Hay racismo y xenofobia de adolescentes a sus pares inmigrantes en centros educativos, alertan desde Red de Apoyo al Migrante

Liceo n° 22 de La Teja durante la ocupación. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

Como cada 18 de diciembre este lunes se conmemora el Día Internacional del Migrante, tema del que Rinche Roodenburg, integrante de la Red de Apoyo al Migrante, habló en Nada Que Perder alertando contra el racismo y la xenofobia en Uruguay.

Roodenburg, holandesa de origen que reside en el país desde 1985, explicó que en cuanto a xenofobia y racismo en nuestro país “hay de todo, como en una sociedad (cualquiera); hay gente que es maravillosa y que tiene los brazos abiertos y celebra al que viene, pero también es cierto que el tema del racismo, de la xenofobia, en muchos lugares está a flor de piel”, advirtió.

Lo ejemplificó a continuación: “me preocupa terriblemente el tema de que son muchas veces los adolescentes y los niños que reciben esos comentarios tan desagradables, y en los liceos; e incluso conozco chiquilines que cuentan y muestran el puño con heridas, chiquilines de 14, 15 años que dicen ‘yo aprendí acá que tengo que pegar porque si no me matan, y te dicen cosas’”.

“Sobre eso podría escribir un libro prácticamente”, comentó la entrevistada; y esos episodios se registran “muy a menudo, creo que como sociedad no estamos dando las respuestas necesarias”.

Señaló que “es muy común que en un liceo donde hay incidentes de este tipo se manda a la víctima a un tratamiento psicológico; está bien que tenga un apoyo psicológico, pero ahí no está la solución”, criticó, indicando que “no se aprovecha para hacer reuniones con padres, para reunirse con los mismos estudiantes”.

“Tenemos -creo que son dos- facultades antirracistas en la Udelar, ¿y por qué no trabajamos para tener también liceos y otras instituciones de enseñanza libres de racismo y xenofobia? Esto no está pasando y es un tema que nosotros cada vez más vamos a buscar apoyarlo y empujarlo porque es muy necesario”, destacó.

“Los adolescentes muchas veces están todavía descubriéndose, ‘quién soy’, ‘qué quiero ser’, ‘qué quiero ser en la vida’”, y en ese proceso, quienes son inmigrantes aún deben escuchar de sus pares comentarios tales como ‘“habla raro’, ‘¡ah, pero este pelo!’ y te empiezan a tocar el pelo o te empiezan a tirar del pelo porque tiene un pelo diferente, o color de piel” distinto, advirtió.

En el caso de “las mujeres” adultas “es tremendo porque hay muchas que tienen un hijo a cargo y están solas, y ahí ya es difícil siendo uruguaya pero se supone que tenés unas defensas y redes” de apoyo; esto es mucho peor “cuando te ves sola en eso” siendo inmigrante, estando sin pareja ni familia, y con hijos a cargo; “también hay temas de violencia de género”, avisó la activista.

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