Hemos visto cómo voceros del gobierno presionan a periodistas, dijo Fabián Werner

El presunto espionaje que Alejandro Astesiano habría realizado contra la expareja del presidente Luis Lacalle, aparentemente a pedido de éste, fue informado por reporteros del diario El Observador en sus redes sociales porque este medio evitó publicar la noticia, tras recibir presiones desde la Presidencia de la República según confirmó este miércoles 21 el periodista Leonardo Haberkorn. “Está en juego también qué va a hacer el gobierno a partir de ahora, ¿va a seguir con esa práctica?”, inquirió al Poder Ejecutivo el presidente de Cainfo, Fabián Werner, en Menú Informativo de M24.

Werner manifestó preocupación dadas las reiteradas evidencias de que “seguimos viendo síntomas de pérdida de libertad de expresión, que tiene que ver con la realización de juicios a periodistas, con este tipo de situaciones de presión y de intento de incidir en la agenda de los medios periodísticos, también vinculado con un retroceso a nivel normativo”.

Por ejemplo, señaló, “se ha aprobado recientemente algunas normas que para nosotros implican un retroceso y eso es claramente una situación de pérdida de libertad de expresión”; luego convocó “a la reflexión” en torno a “la situación a la que estamos llegando, en la que periodistas que trabajan en un medio buscan la forma de distribuir ese contenido colectivamente para que la población lo conozca”, como en el ejemplo de El Observador.

A partir de esto, “esperemos que no” se adopten represalias contra los reporteros que publicaron la información en sus cuentas personales de redes sociales, “sería mucho más escandaloso todavía si esto ocurriera”.

El periodista y activista reseñó después que “El Observador pasó por un proceso bastante trabajoso de compra-venta recientemente, hoy es propiedad de un grupo argentino; estas personas hicieron cuestión en su momento de mostrarse muy cercanos al presidente, de hecho hay imágenes de estos dos empresarios argentinos con el presidente de la República en una recepción que dio la embajada uruguaya en Buenos Aires; o sea que de algún modo ya venía la línea de ser un medio cercano al presidente”, anotó.

Sin embargo, subrayó, “hasta ahora no se había dado esa señal” de estrecha proximidad con Lacalle dado que, como parte del “contenido” de dicho diario en los años anteriores, “hubo publicaciones muy interesantes, con muy buen trabajo periodístico que no reflejaba ningún tipo de favoritismo”.

Pero eso podría cambiar “a partir de este episodio” en el que “se presenta esta situación compleja para estos colegas que esperemos no tengan ningún tipo de repercusión en su fuente laboral ni tampoco obviamente en la interna del medio, es necesario estar atentos a qué pasa a partir de ahora”.

Werner transmitió su esperanza en “que esto sea solo una mala experiencia, un episodio aislado; pero lamentablemente -reflexionó- si tenemos en cuenta los antecedentes de un gobierno que tiene algunos representantes que se han acostumbrado a intentar incidir en la agenda informativa de algunos medios, eso genera mucha más preocupación todavía”, advirtió.

Por lo tanto, “tenemos que estar atentos a lo que pasa” en El Observador pero “en otros medios también, porque difícilmente se pueda pensar que hubo intentos de incidir en la agenda en un medio únicamente”, razonó.

“De hecho -añadió- cuando nosotros (desde Cainfo) hacíamos esas denuncias (de presiones y amenazas) en los informes anteriores, teníamos informaciones de colegas de varios medios; o sea que ello nos debe llamar a preocupación y a estar atentos a lo que pueda llegar a pasar en otros medios y no solo de Montevideo, porque también muchas veces el ejercicio del periodismo se hace mucho más complicado en los medios del interior”.

El entrevistado analizó que durante este periodo de gobierno “las líneas editoriales de los medios se han separado un poco, algunas más en apoyo o en una misma línea más afín al gobierno, y otros haciendo un periodismo más independiente y más crítico; eso es evidente”; recordó además que “dejarse presionar es una línea editorial también”, tal como “ocultar que esas presiones están existiendo también es una línea editorial, no decirlo”.

“Está en juego también qué va a hacer el gobierno a partir de ahora: ¿va a seguir con esa práctica? Hemos visto públicamente cómo voceros del gobierno no solo presionan a periodistas sino los amenazan con hacerles juicios, e incluso hacen alarde de esa persecución en sus redes sociales”.

No obstante, puntualizó el presidente de Cainfo, “no ha habido ningún vocero del gobierno que cuestione esos procederes, que diga que el gobierno o alguno de sus principales voceros rechazan ese tipo de prácticas, que apoyan la libertad de expresión, ninguno lo ha hecho”.

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