El politólogo Camilo López dijo que la posición de Brasil sobre la apertura uruguaya del Mercosur aún no es clara y que los costos para el país “siguen siendo altos”
El doctor en Ciencia Política, profesor e investigador de la Universidad de la República (UdelaR), Camilo López, sostuvo que tras los motivos del gobierno para buscar comercializar por fuera del Mercosur están las ideas liberales y los intereses de algunos sectores; mientras que en la oposición “no hay consenso sobre esto”, expresó.
El pasado miércoles 7 de julio, en la Reunión Ordinaria del Consejo del Mercado Común (CMC) del Mercosur, el canciller Francisco Bustillo y la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, mantuvieron una postura de “defender la modernización del bloque, a través de una agenda de negociaciones externas sustantiva, ágil, dinámica, flexible y permanente”, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. El jueves, el presidente Luis Lacalle Pou, confirmó en la cumbre de presidentes que Uruguay comenzará a buscar acuerdos comerciales por fuera del bloque. Para analizar esta actitud del gobierno, el politólogo Camilo López, doctor en Ciencia Política, profesor e investigador de la Universidad de la República (UdelaR) estuvo en Mejor Hablar de M24 y resaltó que esta instancia implica una “discusión muy vieja”.
El politólogo prefirió aclarar que existe una gran discusión sobre si es conveniente para Uruguay alejarse de alguna forma del Mercosur y realizar negociaciones con otros países de forma directa. Si bien él prefiere reservarse la opinión sobre esto, quiso resaltar que “hay buenos argumentos que sostienen algunos para abrirse y otros que dicen que negociar con terceros países puede ser una trampa para el desarrollo”, dijo.
La postura gubernamental, según el comunicado antes nombrado, se basa en que la decisión 32/00 del CMC del Mercosur “no está en vigor, ya que nunca fue internalizada”. Dicha decisión reafirma “el compromiso de los Estados Partes del Mercosur de negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias”. Según el politólogo, los costos de no seguir este tipo de normas “para Uruguay siempre fueron altísimos”, dijo y aunque observó que en la actualidad parecen más bajos, “mi percepción es que siguen siendo altos”, opinó. Y agregó que si el presidente quiere cargar con el peso de estos costos “lo que quiere es marcar un golpe de timón muy fuerte”, dijo.
La decisión uruguaya causó descontento en algunos de los países miembros, como Argentina y Paraguay. Brasil por su parte, según muchas visiones, estaría avalando positivamente la apertura uruguaya, pero según López: “estamos sobre evaluando lo que pasa en Brasil”, dijo. El politólogo no se muestra seguro de que Uruguay cuente con el apoyo brasileño. Expresó que el que está alineado con la posición de nuestro país es el Ministro de Economía de Brasil, pero que ya hay sectores que se han demostrado en contra de esta decisión. “No es tan obvio que este tiempo de la presidencia pro témpore brasileña, es el momento de la ventana abierta donde todo es posible”, manifestó.
Según López, las posturas que reclaman una mayor apertura al comercio internacional en el gobierno tienen varios componentes. En primer lugar, nombró el interés de algunos sectores que ganarían con estas negociaciones. Para él, el sector que más interés tiene “es el sector de la carne, es el campo”, expresó. Además, puntualizó que el campo “está también rodeado por algunos otros actores de sectores productivos, comerciales, financieros” que comparten la visión de apertura, a diferencia de lo que pasa en otros países en los que estos sectores tienen una perspectiva más proteccionista.
El otro aspecto que el experto resaltó para explicar la postura del gobierno recayó en las ideas del mismo. “Hay una impronta fuerte de liberal, la idea de que el mercado resuelve mejor los problemas que un Estado interfiriendo en él”, explicó. Esta es una mirada que él encuentra en “los partidos fundacionales” (Partido Nacional y Partido Colorado) y en el Partido Independiente, una idea basada en que “hay que abrir la economía porque eso nos va a generar incentivos para una mejor competitividad y nos vamos a insertar mejor en el mundo”, expresó.
Con respecto a la postura de la oposición, el politólogo hizo hincapié en que “no hay consenso sobre esto”. López enumeró algunas de las medidas de gobiernos del Frente Amplio (FA) en los que apareció la apertura al comercio internacional y resaltó que hay quienes tienen una “visión económica más institucionalista, que creen que Uruguay debe abrirse un poco y que esta apertura va de la mano de acuerdos preferenciales” y explicó que aunque esta visión sea parecida a la del gobierno, no es igual porque tienen una forma distinta de entender el cómo se distribuye lo que el país gane con esa apertura.
Por otro lado, observó que también existe una mirada opuesta en el FA sobre este tema. Los opositores a la apertura del Mercosur suelen apoyar su idea en que cuando se hace un acuerdo de libre comercio, se avala la negociación sobre “cosas que nos permiten innovar, que nos permiten competir, que nos permiten colocar valor agregado a nuestra producción e incentivar el sector”, explicó. Además, sostuvo que estos sectores creen que el Estado tiene un rol importante en el desarrollo y por lo tanto “ven a estos acuerdos de libre comercio como riesgosos a largo plazo para el desarrollo”, expuso.