Informe sobre la transformación educativa

Lucas Labandera

El lunes seis de marzo era un día muy importante para el gobierno, ya que comenzaba a llevarse a cabo la transformación educativa, uno de sus buque insignia. Sin embargo, el gremio de docentes de secundaria y UTU de Montevideo decidió parar este lunes bajo el lema “no es transformación, es recorte pedagógico, presupuestal y de derechos”. FeNaPes (Federación nacional de profesores de educación secundaria) no se adhirió, por lo que el paro fue solo en Montevideo.

 ¿Cuáles son las claves de la transformación educativa y por qué es tan importante para el gobierno?

ANEP (Administración nacional de educación pública) realizó en su momento un diagnóstico del estado de situación de la enseñanza pública no universitaria en Uruguay, donde surge que la educación media sólo es culminada por el 40% de los estudiantes que pasan de primaria a secundaria o UTU. Solo el 33% aproximadamente lo hace en edad oportuna, es decir que egresa a los 17 o 18 años. De los jóvenes que egresan, sólo el 70% realiza luego estudios terciarios, y en el tramo universitario hay una deserción aproximada del 50%. Por lo tanto, uno de los objetivos de la transformación educativa es abatir la inequidad, básicamente, la inequidad de egreso.

Además, los nuevos programas priorizan las competencias, buscan centrarse en lo que el estudiante puede lograr con lo que aprende, no tanto en el contenido. La intención es apostar al pensamiento crítico, no al saber acumulativo.

Robert Silva declaró en una entrevista en Desayunos informales: “No corre más eso de que el docente recite a la clase algo que leyó previamente, y que haya alumnos pasivos en un banco anotando cosas de las que se van a olvidar al salir del salón”.

 Según los docentes, ¿qué problemas tiene la transformación educativa?

Varios representantes sindicales explican que esta reforma instala equivocadamente la idea de que el principal problema de la educación uruguaya es la currícula. Sostienen que es disparatado asegurar que el principal factor de expulsión de estudiantes es la currícula.

Aseguran que debe haber alguna política de estado hacia la primera infancia y la adolescencia, ya que entienden que lo que genera la desvinculación del sistema educativo son las condiciones materiales de vida: no tener acceso a la vivienda, la salud, la cultura, la alimentación básica, etc.

Respecto a las competencias, afirman que se deberían evaluar marcos conceptuales potentes sobre determinadas áreas de conocimiento que después van a desarrollar competencias. Sostienen, además, que es peligroso primarizar ciclo básico transformándolo en séptimo, octavo y noveno.

Emiliano Mandacen aseveró en una entrevista en TV Ciudad: “Sacando elementos centrales de una educación que siempre se caracterizó por ser democrática, por su acceso al conocimiento, no voy a mejorar el modelo, mejorarán los números, las estadísticas, pero los procesos de aprendizaje no los voy a mejorar”.

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