El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, admitió el martes que siete empleados de la organización no gubernamental World Central Kitchen (WCK), dirigida por el chef hispano-estadounidense José Andrés, murieron en un bombardeo israelí “no intencional” en la Franja de Gaza.
Netanyahu expresó su pesar por el trágico incidente durante una declaración desde el hospital donde se recupera de una cirugía de hernia. “Lastimosamente ayer, se produjo un trágico incidente, nuestras fuerzas golpearon de forma no intencional a inocentes en la Franja de Gaza”, declaró este martes.
Las siete víctimas, de diversas nacionalidades, trabajaban para WCK, una organización con sede en Estados Unidos que ha estado entregando ayuda alimentaria en Gaza desde Chipre. La ONG anunció la interrupción de sus operaciones en el territorio palestino tras el ataque.
Entre las víctimas se encuentran ciudadanos de Australia, Polonia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Palestina, según detalló WCK.
El servicio de noticias de la ONU destacó la gravedad de la situación, señalando que este es el mayor número de trabajadores humanitarios asesinados en cualquier conflicto. Desde el inicio del conflicto, 176 empleados de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) han sido asesinados, muchos de ellos mientras realizaban su labor humanitaria.
“Estos trabajadores humanitarios no son un objetivo y deben ser protegidos”, enfatizó el comunicado de la ONU. Hasta la fecha, al menos 196 trabajadores humanitarios han perdido la vida en los Territorios Palestinos Ocupados desde octubre, lo que subraya la urgente necesidad de garantizar la seguridad de quienes prestan ayuda en medio del conflicto.
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