Los enfrentamientos bélicos se aceleran y parece no tener límites antes de la destrucción de buena parte del planeta. Las potencias militares parecen empeñadas en escalar las guerras, incorporando nuevas armas y territorios en lo que parece un evidente conflicto global. En ese contexto conviene recordar que hay países que no tienen ejército, que han apostado a otras formas de desarrollo, lo cual debiera servirnos para reflexionar acerca de caminos alternativos para la resolución de las diferencias entre países y sectores que defienden sus intereses. Porque, ¿cuál sería el limite de la escalada armamentística?