La liberalización que plantea el modelo de la coalición tiene como propósito subir la tasa de ganancia del capital, señaló Juan Labat

Foto: Javier Calvelo - adhocFOTOS.

El columnista Juan Labat, exdirector de Evaluación y Monitoreo del Mides, trazó en INFO 24 una analogía entre Argentina y Uruguay referida a la incidencia negativa de la ideología liberal en ambas orillas del Plata, más allá de peculiaridades de las dos sociedades que se aprecian nítidamente en el proceso electoral.

En esa dirección el sociólogo graficó que “Argentina es como una especie de híper realidad aumentada de todo, donde todo se exacerba”; también allí “hemos visto la sociedad del capital, esa idea de un capitalismo que imprime dinamismo y que para eso precisa la libertad absoluta del capital, precisa solamente sostener algún tipo de política compensatoria con los más débiles”.

“En este caso, incluso, en la radicalidad del discurso de (Javier) Milei se plantea desaparecer” esas políticas compensatorias de las desigualdades que provoca el modo de producción capitalista.

Advirtió que ese paradigma capitalista de libertad absoluta “en nuestro correlato uruguayo mucho más atemperado está, (pero) está presente” también, al amparo del discurso “‘liberemos al capital y tengamos alguna política para bajar un poco el nivel de exclusión que el capitalismo genera, pero sin mudarnos al otro modelo, que es la sociedad de derechos humanos, de derechos”’.

Al respecto Labat aclaró: “no quiero decir la sociedad de derechos en el sentido de la ‘agenda de derechos’ porque en la ‘agenda de derechos’ no se jerarquizan tanto derechos de generaciones anteriores, de viejos derechos de segunda generación, que son sustantivos en la discusión de la política y que siguen siendo sustantivos en la definición del voto de las personas”, subrayó.

“Esa liberalización que plantea el modelo de la coalición en Uruguay tiene como propósito subir la tasa de ganancia del capital porque en realidad, esa visión mercadista nos propone creer que eso va a generar el dinamismo suficiente para que se genere empleo y a partir de ahí distribución”, ejemplificó.

“Y por el otro lado, (se promueve) esa libertad mayor que se da en la relajación de reglas, de protocolos, la relajación institucional en general, con el vaciamiento de contenido en las instituciones y con la violación sistemática de las normas de las instituciones”.

En ese aspecto el exjerarca recordó que “venimos en una sucesión de casos de escándalo donde todos tienen un correlato en alguna institucionalidad del Estado que no fue respetada por el poder político y en este caso por el Ejecutivo, (el poder) de gobierno”.

Todo esto, a su vez, “tiene como correlato la represión política, una represión que es soft, es liviana, una represión algo selectiva y permanente, pero estamos en presencia del no desarrollo de las fuerzas sociales, de persecución de militantes, de escuchas y de seguimiento político, de persecución política”, recalcó Labat.

Esa represión “es una cosa a la que le hemos dado poca pelota, la sociedad no lo ha tomado con la gravedad que tiene”, alertó.

 

 

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