La pobreza en Uruguay pasó de 8,8% en 2019 a 11,6% al siguiente año, como consecuencia de la emergencia sanitaria por covid-19. El primer semestre de 2021 bajó a 10,2%, aún 1,4% por encima de la medición previa a la pandemia. “Es decir que la mitad de las personas que cayeron en aquella en 2020, salieron de la misma en la primera mitad del año”, sintetiza el informe del Instituto Nacional de Estadísticas.
Por otra parte, descendió la pobreza en menores de 6 años, que pasó de 21,3% en 2020 a 16,1% el primer semestre del año. Según el titular del INE, Diego Aboal, es el dato más bajo en ese segmento etario desde 2006, año en que comenzó este registro en particular.
Los mayores valores se registran en Cerro Largo, Rivera, Paysandú, Tacuarembó y Salto, con niveles iguales o superiores al 10%, seguido de Artigas, Rocha, Montevideo y Treinta y Tres. Los niveles más bajos corresponden principalmente a departamentos del centro y sur del país.
Si se observa quién ejerce la jefatura del hogar, la pobreza continúa afectando en mayor medida a los hogares con jefatura femenina. Por otro lado, la pobreza en las personas de ascendencia étnico racial afro supera el promedio total para las personas que declararon origen blanca en más de diez puntos porcentuales.
Aboal explicó que el método para establecer la línea de la pobreza refiere a los ingresos necesarios para acceder a una canasta básica de alimentos a precios constantes de 2006. En 2022 será modificado, informó. Adelantó que el INE estudia una forma multidimensional de la pobreza, con un indicador que incluya vivienda, educación, mercado laboral, salud, etcétera.
