“La victoria se construye con mucha unidad y generando las condiciones para que la campaña sea participativa”, dijo Pereira en el debate junto a Gleisi Hoffman, presidenta del Partido de los Trabajadores del Brasil. “No basta con presentar los programas políticos a la gente, hay que disputarlos cotidianamente”, señaló por su lado la presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffman, en Montevideo.
Como parte de los festejos por los 53 años del Frente Amplio que finalizarán el 11 de febrero en el acto central en La Paloma (Rocha), el titular de la fuerza política, Fernando Pereira, el titular de la Comisión de Asuntos Internacionales, Pablo Álvarez, y la presencia de la presidenta del Partido de los Trabajadores de Brasil, Gleisi Hoffman, participaron en la mesa "El rol de los partidos de izquierda y el progresismo en el mundo actual", que se desarrolló en la Huella de Seregni, sede del partido uruguayo.
Recordó que el programa del FA se puso como compromiso el Diálogo por la Seguridad Social, por la Seguridad Pública, por el trabajo y el cuidado ambiental y por la erradicación de la pobreza infantil.
El proyecto del crecimiento sin distribución, como pasó en cada oportunidad que gobernó el Herrerismo, o el proyecto de la inclusión, como ocurrió en 15 años del Frente Amplio. Así identificó Pereira el desafío del próximo período electoral.
Probablemente, en el próximo gobierno, estaremos el PT y el Frente Amplio. Y tenemos la responsabilidad de no fallar en algo que hace a la vida de trabajadores y el crecimiento de nuestros pueblos, sintetizó.
Brasil está en un proceso de reconstrucción tras años de gobiernos de derechas
Gleisi saludó especialmente a José Mujica y Lucía Topolansky como dos “referentes”, así como celebró los 53 años de un partido político modelo en la construcción de alianzas que permanecieron en el tiempo.
Dijo que el PT tiene 44 años y recién ahora pueden formar una federación de partidos, en el marco de una experiencia positiva que, espera, pueda continuar su crecimiento para constituir un campo fuerte para el progresismo. De esa unidad, dijo, nació la garantía para la victoria de Lula da Silva en las últimas elecciones.
La necesidad de unir a los progresistas en torno a un programa popular, progresista y soberano, es la misma lucha de ambas fuerzas políticas, dijo Hoffman. Tenemos que hacer la lucha de forma regional, añadió. La experiencia positiva de relacionamiento observó grandes conquistas para la unidad política y para el desarrollo de los pueblos, rememoró sobre los años de coincidencia en el gobierno de ambos países.
Con la excepción del Bolsa Familia, las políticas de Lula y Dilma fueron erradicadas, explicó sobre la situación actual de Brasil que calificó como “reconstrucción”, con un Estado destruido y un inicio de golpe que hoy está bajo investigación. “No puede haber para el golpismo ninguna condescendencia”, respondió Hoffman.
Ajuste del salario mínimo por encima de la inflación, impuestos a los “super ricos”, reforma tributaria, reformas al Bolsa Familia, Mi Casa – Mi Vida y Farmacia Popular, así como la contención de los precios, tienen efectos concretos con el incremento del producto bruto brasileño por encima de las expectativas. Hoffman también destacó el reposicionamiento internacional brasileño.
Estos logros llegaron a pesar de un parlamento con una derecha resistente y resiliente, con un alto porcentaje de respaldo y un trabajo sistemático, reflexionó la titular del PT. No basta con presentar los programas políticos a la gente, hay que disputarlos cotidianamente, señaló.
No basta con organización burocrática, lo fundamental es recordar que venimos de la lucha popular, sindical y social, y ese es el gran desafío, estableció Hoffman en el diálogo. La lucha, además, es conjunta con los pueblos y en integración regional; en ese marco celebró el liderazgo de José Mujica a favor de la unidad continental y en breve se reunirán los movimientos sociales latinoamericanos en Foz de Iguazú para fortalecer el objetivo, adelantó.