La titular de la Sociedad de Dermatología dio las principales recomendaciones para cuidar la piel: protector factor 30, sombra, ropa y gorro de ala ancha

Playa Jaureguiberry, Canelones. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS
Playa Jaureguiberry, Canelones. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

Entre las diez y las cuatro traten de no ir. En el resto de los horarios, vayan con protector solar y con medidas de protección. Las recomendaciones para la exposición solar y no solamente en el verano, de la mano de la presidenta de la Sociedad de Dermatología, María Eugenia Mazzei.

En diálogo con Nada Que Perder, Mazzei recomendó evitar los horarios de las 10h. y las 16h. para la exposición al sol. Cualquier tipo de experiencia en lugares libres debería contar con acceso a sombra, además de ropa adecuada: sombrero de ala ancha y no solamente los gorros de visera, y remeras con protección UV.

Y el protector solar, que debe seleccionarse con un factor 30 de protección solar como mínimo, en lo posible alguno que incluya protección de amplio espectro para que también nos defienda de la radiación ultravioleta A, y resistentes al agua.

Un protector factor 30 es suficiente para proteger el 96% de la radiación ultravioleta, aclaró Mazzei en NQP (lunes a viernes desde las 09h en M24 en su horario de verano). Es cierto que un protector factor 50 puede durar un poco más, pero la diferencia no es tan relevante, dijo la especialista. Insistió en la ropa, gorro o sombra, que identificó como más importante que las cremas de protección.

Al salir del agua hay que volver a aplicarse crema protectora, subrayó la dermatóloga. El efecto se pierde cada dos o tres horas, por lo cual hay que volver a aplicarse de forma regular, agregó.

Y hay que aplicarse el protector antes de tomar sol, al menos con un tiempo de 30 minutos de antelación.

Las consecuencias de una mala exposición al sol: desde quemaduras hasta cáncer de piel

La primera molestia es la quemadura por la exposición solar, identificó Mazzei en la entrevista. Pero el principal problema es la alteración genética paulatina, que aumenta el riesgo de cáncer de piel.

En este sentido, recordó que Uruguay es el país con la mayor incidencia de cáncer de piel en América Latina. Y lo contextualizó en la exposición que los uruguayos tenemos al sol durante todo el año, no solo en verano.

Los controles anuales de la piel son fundamentales para detectar el cáncer de piel, postuló.

Se necesita poca exposición solar para absorber vitamina D, no es necesario “tirarse como lagarto” para sintetizar esta vitamina, ironizó la dermatóloga. Y recordó que tomar alcohol, la dieta, también son factores de la baja cantidad de vitamina D.

Proyecto de ley sobre protección al sol está estancado en el Parlamento

La Sociedad de Dermatología recordó el proyecto de ley a estudio parlamentario que incorpora la posibilidad de una baja de impuestos que se refleje en el precio al público. Así como la obligación de las empresas para que proteja a los trabajadores expuestos al sol, el uso de camas solares y la exposición a niños y niñas en horarios peligrosos. El proyecto está trancado en el Parlamento, recordó.

El protector solar es uno de los productos que las mutualistas deben proveer y su ticket no debe contar con un precio distinto.

Piel bronceada, una cuestión cultural

Estar bronceado nunca es saludable, significa que el pigmento melanina se activan para defender a nuestro adn. Si te bronceaste es porque tus células se preocuparon, tu adn estaba por empezar a mutar y pone eso marrón alrededor de su núcleo para cuidarlo.

Identificar el bronceado con algo saludable es cultural, antes de 1950 estar “blanquito” estaba identificado con mayo estatus porque no tenías trabajo en el campo y después de esos años porque te podías ir de vacaciones. Pero no tiene relación con indicadores de salud.

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