El manejo general de la pandemia es el punto mejor evaluado de la gestión del presidente Luis Lacalle Pou. Los aspectos económicos, sociales y “la dinámica política”, son las principales críticas. La encuesta de Equipos Consultores destaca que los niveles de aprobación, que en el primer año fueron cercanos al 65%, bajaron al 50%, con un incremento de las personas que desaprueban la gestión, que alcanzaron al 28% de los encuestados.
El informe publicado en la web de Equipos Consultores primero indica que “mirado en el largo plazo, los juicios de los uruguayos sobre el desempeño del presidente han mostrado más estabilidad que cambio”, para luego dividir el análisis en tres etapas.
Al inicio del gobierno, la gestión de las consecuencias de la pandemia en el país fue vista de forma positiva por un 60% de los encuestados a lo largo de 2020. En el segundo año, el atraso en el arribo de vacunas, según el director de Opinión Pública de la consultora, Ignacio Zuasnábar, erosionó la cantidad de personas que aprobaban la labor del presidente, situación que se revirtió con el inicio de la vacunación.
“Casi paradójicamente, entre marzo y junio, mientras la pandemia azotaba fuertemente la sociedad uruguaya con altísimos números de contagios y muertes (y en medio de fuertes polémicas con la oposición y con una parte importante de la comunidad científica que demandaba mayores restricciones), el presidente recuperaba parcialmente niveles de aprobación, y terminaba el primer semestre solo un poco por debajo del año anterior”, especifica el informe.
El último período identificado comienza en julio y finaliza en diciembre, en concordancia con el aumento de los precios de los combustibles. El analista considera que esa medida “parece haber impactado de forma significativa en los juicios sobre el presidente”.
La estabilidad se repite desde junio pero, en esta fase, con otros números. De los 65 puntos de aprobación de marzo de 2020 a los actuales 50 puntos, y una desaprobación que pasó del 20% al 28%. También aumentó de forma importante el porcentaje de personas que responde “ni aprueba ni desaprueba”, del 12% al inicio del mandato a 21% este diciembre.
