Lo principal en la huida de Afganistán es el temor por represalias a quienes trabajaron para EEUU y el desconocimiento de los derechos de las mujeres, dijo Leo Harari

El aeropuerto de Kabul, que sufrió un atentado con más de un centenar de muertos, se ha colmado de personas que huyen del país porque trabajaron para los norteamericanos, “como traductores, choferes, personal administrativo, o espías” y temen por sus vidas o por la situación “dramática” de las mujeres, expresó el analista Leo Harari quien explicó que en el primer período en el poder los talibanes fueron creados por EEUU

A través de Cancillería, Uruguay rechazó la situación de inestabilidad, inseguridad y deterioro institucional que se vive en Afganistán y apoyó el rol de vigilancia y monitoreo de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet. En ese país, luego de 20 años de ocupación estadounidense, los talibanes volvieron al poder el 15 de agosto. 

Luego de variados incidentes producidos desde ese día, en la jornada del jueves 26 se produjo un doble atentado suicida en el aeropuerto de Kabul, llevado a cabo por el Estado Islámico del Jorasán, una facción de la organización fundamentalista: Estado Islámico. Se han registrado al menos 110 muertos, de los cuales 13 eran militares norteamericanos y 28 eran talibanes, según informó el analista internacional Leo Harari quien estuvo en Mejor Hablar de M24 para conversar sobre la situación que atraviesa Afganistán y contextualizar histórica y políticamente. 

El experto explicó que la facción extremista causante del atentado está en conflicto con los talibanes desde 2014 y que actualmente les critican los intentos de negociación con Estados Unidos y la instalación de un Estado menos radical de lo que ellos creen correcto. Afganistán vive una “situación muy dramática”, dijo Harari y definió a ese país como descentralizado (con muchos pueblos), montañoso, con diferentes tribus que solo se unen por la religión y con una sociedad “extremadamente diversa”. 

En estos últimos días, el aeropuerto de Kabul ha recibido miles de personas que intentan salir del país. Según el analista, esas personas son quienes de alguna manera trabajaron para los norteamericanos, “fundamentalmente como traductores, choferes, personal administrativo, o espías”, dijo. Esas personas tienen temor de que se tomen represalias mortales contra ellos, “cosa que ha pasado ya”, expresó. 

Por otro lado se suma la situación de las mujeres, “que es particularmente dramática” porque la ley afgana impide que accedan a los mismos derechos que los hombres. “Las mujeres, que estaban avanzando relativamente en la posibilidad de trabajar o de tener una vida independiente vuelven a estar en una situación de represión como en los peores momentos”, contó Harari. Según él, esta es otra de las razones para la huída del país. 

El anterior período talibán: 

Harari manifestó que a los talibanes “los habían puesto los norteamericanos en la época de Bill Clinton”. En el marco de la Guerra Fría, el poder del país afgano estaba en manos del Partido Comunista que solicitó ayuda a la Unión Soviética y aunque estos los apoyan había “mucha agitación social”. Por eso, en 1979 los soviéticos invadieron con un ejército al país. “Error garrafal porque eso creó una guerra civil con resistencia en particular de los islamistas que son muy anticomunistas, entonces, Estados Unidos, Pakistán y Arabia Saudita inventaron los talibanes”, expresó el analista. 

“Los americanos crearon una guerra civil para sacarse de encima un gobierno progresista” y el nuevo gobierno luego se convirtió en oposición de Estados Unidos, tras el atentado a las torres gemelas el 11 de setiembre de 2001, explicó. Como “se considera que lo hicieron desde bases afganas”, en diciembre de ese mismo año, Estados Unidos invadió Afganistán. 

“Ocupando un país no se establecen regímenes democráticos ni la paz civil, no funciona así”, opinó el analista y agregó que en el caso de la ocupación soviética fueron “más inteligentes” para irse que en el caso de los norteamericanos. 

Intereses económicos:

El experto explicó que en el caso de Afganistán “hay dos grandes patas gigantescas” en materia de intereses económicos. Por un lado, “la mayor parte del dinero que dicen que los americanos pusieron en Afganistán, en realidad lo pusieron las fábricas de armamento norteamericanas”, eso implicó un “gran negocio” que ayudó a que la economía de la potencia se fortaleciera. “El otro gran negocio que hay es el tráfico de drogas, la producción de amapola afgana (…) de la cual sale la cocaína y la heroína”, manifestó. 

Si bien estos intereses traspasan los vinculados a la política, están “de cualquier manera conglomerados a partir de ideologías”, expresó Harari.

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