Un investigador y docente de la Facultad de Ciencias asegura que se pueden tomar medidas anticipadas para paliar los efectos de la seca como la actual. El licenciado Luis Aubriot explicó que la tendencia general al déficit hídrico necesita mayor previsión, pero alertó por la cantidad de pozos y tajamares que impide la circulación del agua hacia las cuencas.
“Cada cañada o arroyito que tiene la cuenca tiene uno o más embalses que tienen que llenarse para después dejar pasar agua. Son una cantidad de pozos o tajamares que cortan la circulación normal del agua”, explicó Aubriot a Montevideo Portal en nota publicada este miércoles 10.
Es que hay 486 embalses para uso particular o productivo en la cuenca del río Santa Lucía, según el estudio publicado en 2023 “Evaluación satelital de puntos críticos de eutrofización y floraciones de algas en embalses productivos de pequeño y mediano tamaño en los principales depósitos de agua potable”. Sus autores fueron Aubriot, Bernardo Zabaleta, Hernán Olano y Marcel Achka.
Son solamente las detectadas aguas arriba de la zona de Aguas Corrientes. La calidad del agua es mala y, además, el agua no escurre porque antes se llenan los embalses y después circula. “Ahora estamos en esa situación: los productores necesitan agua y están aguantando el agua que cae. OSE no está teniendo el agua suficiente y la tiene que mezclar”, definió el especialista.
Por otro lado, Aubriot criticó la postura gubernamental que dejó de lado la construcción de otros proyectos para instalar fuentes adicionales que abastezcan al sistema, como el proyecto Casupá.
“Es un escenario que, en detalle, no se puede prever, pero sí el contexto general de déficit, porque la tendencia es esa. Lo que me llama la atención, así como a otros colegas, es la falta de previsión que hay para tomar medidas que no sean tan drásticas como las que se están tomando”, sintetizó el académico.