“Europa y América Latina y el Caribe son dos regiones unidas por la historia, por convicciones democráticas y por una visión humanista del desarrollo”, señaló el canciller uruguayo en Colombia.
El ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, destacó este domingo la “oportunidad histórica” que supuso la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) llevada a cabo en Colombia “para pasar un mensaje claro” en tiempos complejos “en los que el multilateralismo se erosiona”.
“Europa y América Latina y el Caribe son dos regiones unidas por la historia, por convicciones democráticas y por una visión humanista del desarrollo”, destacó Lubetkin en la cumbre realizada en Santa Marta, encabezada por el presidente colombiano Gustavo Petro y que contó con la presencia de 40 delegaciones internacionales.
Ambas regiones están ligadas por una “visión muy similar”, enfatizó el canciller, de cómo debería funcionar el sistema internacional basado en el multilateralismo, con “reglas que se cumplen” y el respeto por el Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas. También sobre “cómo alcanzar sociedades más justas, libres, pacíficas e inclusivas”, apuntó.
“En estos momentos complejos en los que los conflictos internacionales aumentan, el multilateralismo se erosiona, las fracturas políticas y sociales se ensanchan”, el hecho de que los 58 Estados de estas dos regiones se unan “para pasar un mensaje claro, constituye una oportunidad histórica".
En otra parte de su intervención, Lubetkin hizo referencia a la “oportunidad única de culminar un proceso de 25 años con la firma y ratificación” del acuerdo entre el Mercosur y la UE -prevista para fin de año- y se comprometió a elaborar una hoja de ruta “para poder avanzar en concreto y no sólo en declaraciones” con los puntos de la "Declaración de Santa Marta". Uruguay asumirá en abril próximo la presidencia pro témpore de la Celac.
Declaración de Santa Marta
La cumbre de la Celac-UE contó con la presencia del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, del español Pedro Sánchez, del presidente del Consejo Europeo, António Costa y la vicepresidenta, Kaja Kallas. En la “Declaración de Santa Marta”, los 58 países de los dos continentes hacen un llamado a respetar el multilateralismo y el derecho internacional en la lucha contra el narcotráfico, y reclaman la paz en Gaza y Ucrania.
“Abordamos la importancia de la seguridad marítima y de la estabilidad regional en el Caribe. Coincidimos en la relevancia de la cooperación internacional, el respeto mutuo y el pleno cumplimiento del derecho internacional, incluso en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el tráfico ilícito de drogas”, señala el punto 10 sin mencionar directamente los recientes ataques de Estados Unidos en el Mar Caribe.
En el punto seis, los países manifiestan el “compromiso inquebrantable” con la democracia, “incluidas elecciones libres, inclusivas, transparentes y creíbles”; en el 14 expresan su preocupación por la guerra en Ucrania y en el siguiente instan a las partes implicadas en el proceso del “plan de paz” para Gaza “a comprometerse plenamente con la aplicación de todas las fases” del acuerdo y a abstenerse de adoptar medidas “que puedan ponerlo en peligro".
Sin embargo, la letra pequeña del documento aclara que Argentina, Ecuador y Paraguay se "desasocian" de este último punto, informó EFE, mientras que Venezuela y Nicaragua lo hacen del conjunto de la declaración.