La promesa de reducción presupuestal por 900 millones de dólares con la que inició el gobierno pasó a un aumento de gasto de 1.000 millones de dólares. Es así que “nos encaminamos a un fracaso fiscal”, señaló el exasesor del MEF durante los gobiernos frenteamplistas, Martín Vallcorba, en M24. Con el resultado fiscal actual, se constituye una alerta amarilla para el próximo Gobierno, advirtió.
El déficit fiscal fue un “caballito de batalla” durante la campaña y la propia ministra Azucena Arbeleche propuso que este aspecto se constituya prácticamente en un fin en sí mismo, una medida de evaluación de la gestión fiscal. Pero en el último año, este punto de la gestión oficialista fue negativo, calificó Vallcorba.
De un déficit del Gobierno Central y el BPS que inició en 3,9% de pbi pasó a 4% según los últimos datos oficiales, un resultado peor al cerrar la última gestión frenteamplista. En particular, se deterioró en los últimos dos años, incluido ajuste fiscal. Vallcorba recordó las críticas porque era un recorte de “mala calidad”, ubicado en inversiones, pasividades, salarios y transferencias al BPS. “Todo ese corte que se había dado se está revirtiendo”, identificó.
La sequía no es excusa, señaló. Los ingresos no cayeron, aumentó fenomenalmente el gasto, “un verdadero carnaval fiscal electoral”, como indicó Vallcorba en diálogo con Nada Que Perder (lunes a viernes desde las 08:00 horas).
El gasto oculto: "por fuera del perímetro fiscal"
Estos datos explicados por Vallcorba en Nada Que Perder son por el gasto que se registra. Porque el Gobierno se está comprometiendo en el rubro infraestructura de tal forma que el “margen de maniobra” fiscal de los próximos gobiernos se verá reducido. Por tanto, entre el déficit y el gasto por fuera del “perímetro fiscal”, la próxima administración tendrá que priorizar puntualmente porque la situación fiscal no será holgada.
“Uno podía discrepar con la orientación pero en principio, con el énfasis puesto, podía esperar que la situación fiscal sería de cierta holgura; pero la realidad demuestra que también en el ámbito fiscal nos encaminamos hacia un fracaso fiscal”. A esto se suma la caída de salarios y jubilaciones, y el aumento de la pobreza.
La crítica no pasa por el incipiente aumento de pasividades y salarios del último año, que a ojos de Vallcorba es una decisión necesaria. tampoco por la toma de deuda tras una situación de pandemia, es por el desempeño global de las políticas fiscales, con una situación que no es sostenible en el tiempo y que resulta en un fracaso de la gestión, subrayó Vallcorba en la entrevista.
Por tanto, la agenda pro crecimiento del próximo gobierno para que la economía crezca a niveles relevantes será clave para atender las necesidades que requerirá el país a futuro, por lo cual no está subrayando con su crítica la necesidad de ajustes fiscales duros.
El fortalecimiento del Estado de bienestar, las políticas que atienden la pobreza y sobre todo la infantil, o la educación, es imprescindible que la economía crezca a niveles similares a los de los años frenteamplistas. Hay margen para mejorar el diseño tributario con miras en hacerlo más justo, pero no hay que caer en la ilusión de que aquí está la fuente de ingresos que nos permitirá financiar la agenda de transformaciones necesarias: es con crecimiento, advirtió.
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