El bolsonarista Claudio Castro, gobernador de Río, dio la orden de llevar adelante el operativo. El gobierno Lula da Silva aclaró que "no hubo consulta o pedido de apoyo".
Ayer se llevó a cabo en Río de Janeiro un mega operativo policial en los complejos habitacionales de Penha y Alemão, con el objetivo de detener y capturar a los líderes de la banda criminal Comando Vermelho. Según información oficial del gobierno brasilero divulgada en la noche de ayer, 64 personas resultaron muertas a raíz de la operación, 60 civiles y cuatro agentes de seguridad, mientras fueron detenidas 80 personas.
Sin embargo, vecinos del lugar localizaron durante la madrugada de este miércoles al menos 70 cadáveres en un bosque cercano. Los cuerpos fueron colocados en el suelo, en fila y cubiertos por mantas en una plaza de la favela Vila Cruzeiro, para que sus familiares puedan identificarlos. Los 70 fallecidos no estaban contabilizados en los números oficiales divulgados por las autoridades, por lo que la cifra de fallecidos ascienden, de momento, a 134. Estos números colocan a la operación de ayer como la más letal de la historia de Brasil.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, recién llegado de un viaje oficial en Asia, se reunirá hoy con su equipo en Brasilia para analizar la crisis. Recientemente, el gobernador de Río, Claudio Castro, cercano a Jair Bolsonaro, criticó la falta de apoyo por parte del gobierno federal para hacer frente al crimen organizado. Luego de la masacre, las miradas se posan sobre Castro, quien fue el que ordenó el operativo.
El gobierno federal de Lula da Silva aclaró a través de una nota que "no hubo consulta o pedido de apoyo, por parte del gobierno estadual de Río de Janeiro, para la realización de la operación".
Para el operativo se desplegaron 2.500 agentes de seguridad, que salieron a ejecutar más de 100 órdenes de arresto. Cuando las autoridades llegaron al lugar, los narcotraficantes respondieron con disparos, lanzaron bombas con drones y quemaron barricadas. Según informó el medio brasilero Globo, entre los arrestados se encuentran Thiago do Nascimento Mendes, uno de los líderes de Comando Vermelho y Nicolás Fernandes Soares, que oficina como operador financiero de uno de los líderes de la organización.
“Lo que hay de nuevo en esta masacre es su magnitud, su extensión, la cantidad de gente muerta. Lo que no es nuevo es esta política de seguridad pública, no es nueva la masacre, no es nueva la destrucción de la vida de los habitantes de estas comunidades pobres”, expresó en redes sociales Antonio Costa, activista social fundador de la ONG Rio de Paz.
"Las causas de esta patología social ya fueron dilucidadas, ya sabemos qué debemos hacer. ¿Por qué medidas tan obvias no son implementadas? Porque falta voluntad política, porque el que muere es el pobre, el habitante de las comunidades", denunció Costa.