El diálogo del jueves 7 de octubre comenzó con una referencia al libro que escribiera Víctor Hugo Morales a fines de la década de los 90 y que fuera luego reeditado en 2012 con singular éxito: “Un grito en el desierto”. Un extenso pero muy ilustrativo prólogo de Rodolfo Braceli (1) da cuenta, a pesar de algunas diferencias con el autor del libro, del acierto de Víctor Hugo que se anticipó a la crisis que sobrevendría con el nuevo siglo. Analiza así distintos aspectos de la obra y del autor.
Precisamente Víctor Hugo advierte, en este nuevo encuentro “A dos orillas“, que cuando escribió este libro en lo personal se encontraba en un muy buen momento desde el punto de vista profesional y económico, lo que revela un compromiso aun mayor y una mirada generosa, desprovista del egoísmo de quién podría haber visto una sola cara de la moneda. Él se permitió mirar incluso a aquellos que carecían de la posibilidad de acceder a una moneda.
Así lo expresa en su libro, así lo rescata Braceli: “Miles de ciudadanos, aún lúcidos y comprometidos, deben limpiarse el pecado de la comodidad, del individualismo feroz al que son empujados(…)”.
El resto de la charla fue, tal vez, una excusa o, mejor aún, la constatación de esa mirada aguda, comprometida porque como finalmente revela Braceli, “Víctor Hugo Morales es el novio de ella, la dignidad”.
(1) Rodolfo Braceli es un poeta,, ensayista, novelista, dramaturgo, también cineasta y periodista argentino cuyos textos se han convertido en material de estudio en escuelas de periodismo, en talleres de teatro así como también en universidades de su país y de los Estados Unidos.
