Muchas mujeres desaparecidas están captadas por redes de trata o fueron asesinadas, alertó Andrea Tuana

Andrea Tuana, activista y feminista.

En la asociación civil El Paso, que se ocupa de defender los Derechos Humanos de los niños, niñas, adolescentes y mujeres, estiman que “muchas mujeres desaparecidas están captadas por redes de trata o han sido asesinadas o desaparecidas por redes de trata o de narco que muchas veces son las mismas”, advirtió la activista Andrea Tuana en Menú Informativo.

Tuana explicó que “en Uruguay hay diferentes modalidades” de trata de mujeres con fines de explotación sexual y por ejemplo “existen redes de personas uruguayas que tienen bastante organización, bastante complejas”; al mismo tiempo operan redes “trasnacionales” integradas por ciudadanos oriundos tanto de nuestro país como de otros Estados; y asimismo “hay redes uruguayas más chicas, más familiares, dentro de la comunidad”.

Con ese panorama, señaló, “hemos visto en los últimos años una creciente captación de víctimas extranjeras”, realidad tan dramática como novedosa para un país cuyas “redes de trata llevaban a mujeres uruguayas hacia destinos como España e Italia para la explotación sexual” y no al revés.

Precisó que “desde el 2014 han crecido exponencialmente las víctimas de trata extranjeras, del Caribe, por ejemplo República Dominicana, Cuba, Venezuela, en donde estas mujeres son muchas veces atraídas a venir al Uruguay porque se vende como un país en donde hay trabajo, en donde podés ganar un sueldo y sostenerte aquí y sostener a tu familia allá”.

Sin embargo, “cuando llegan acá se encuentran con que ese trabajo tan idílico no existe y la red lo que les propone es el prostíbulo, la whiskería, el boliche; porque además llegan con una deuda astronómica porque esos propios captadores son los que les proveen los pasajes, el dinero para comprar las cosas necesarias, algo para dejar a la familia allá...”.

Esta es una “modalidad de trata difícil de visualizar, porque en general no vas a encontrar a mujeres encadenadas, encerradas, aunque en algunos casos se da, sino son mujeres presionadas y coaccionadas por la situación”.

En cuanto a las mujeres originarias de nuestro país, “con menores de edad, por ejemplo, se da la que se llama la trata interna, una captación de gurisas que están en una situación de enorme vulnerabilidad, o sea los captadores saben a quién van a llegar, dónde es más fácil generar esa captación”.

“Entonces muchas veces se arriman a gurisas que están solas, con pérdida de cuidados parentales, a veces viviendo en hogares de INAU, a veces en situación de semi-calle; en algunos casos les ofrecen relaciones afectivas, noviazgo, el cariño, el preocuparse por ellas, ocuparse, y así las gurisas van entrando en ese circuito; además obviamente les proveen drogas”.

La entrevistada remarcó que “todo eso va generando” que estas jóvenes “entren en un circuito del que después es imposible salir, y además se naturaliza lo que están viviendo, muchas veces las víctimas no se ven como que son víctimas” sino asumen que “ellas están ahí porque lo eligieron”.

Una vez cautivas, apuntó la activista, “lo que hacen las redes con las menores de edad” en muchas ocasiones es trasladarlas “a distintos puntos del país, para fiestas sexuales, para estar en locales, en apartamentos, y ahí se da la explotación y obviamente, la ganancia de estas redes”.

En esta trama criminal de explotación sexual emerge la trágica realidad de desaparición de adolescentes y jóvenes que tienen familia: “hemos sabido que hay una gran articulación entre las redes del narcotráfico y las redes de trata; y también sabemos que muchas veces las gurisas en situación de explotación sexual también están captadas por redes de narcomenudeo, hemos visto casos donde se daban ambas cosas”, alertó y lo ejemplificó:
“Fue el caso de Rocío Duche, asesinada en Treinta y Tres con 14 años, una gurisa que estaba bajo el amparo del INAU, con enorme vulnerabilidad, estaba también en ese narcomenudeo además de ser explotada sexualmente, y aparece asesinada”.

Tuana apeló al recuerdo de ese crimen para establecer “la conexión con estas muchachas muy jóvenes que han aparecido en tarrinas en barrios de Montevideo, que se decía ´eran adictas´, pero en definitiva esa adicción a las drogas muchas veces hace que las gurisas también estén cooptadas por la explotación sexual, hay como todo un contexto ahí”.

Por lo tanto, en El Paso “creemos que muchas mujeres que están desaparecidas es porque les ha pasado esto, o porque están captadas por redes de trata o porque han sido asesinadas o desaparecidas por redes de trata o redes de narco que, insisto, muchas veces son las mismas”.

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