Mujica llamó a superar la “inmadurez” y construir “escalones de largo plazo en las cosas que podamos acordar como país”

Expresidente José Mujica (Foto: Santiago Mazzarovich / Adhocfotos)

En su espacio de reflexiones en M24 el expresidente José Mujica dijo que en Uruguay es difícil sentar grandes acuerdos con sentido nacional a causa de la “inmadurez” política predominante y convocó a “intentar superarlo”.

Mujica subrayó la importancia de los grandes acuerdos políticos y lo ejemplificó con los casos de “Conaprole”, que a la sazón fue “la primera empresa láctea, si no me falla la memoria, de América Latina que salió a exportar al mundo”, creación que “no cayó del cielo” sino que fue producto de “un acuerdo”; de “la forestación”, que también se desarrolla en virtud de “un acuerdo nacional que permitió una ley que la amparó, la posibilitó, la definió y le dio beneficios para que pudiera arrancar”; y de “los molinos de viento”, a los que “no vino Papá Noel y los puso” sino que “surgieron también de un acuerdo nacional” mediante el cual “tomamos decisiones”.

No obstante y “lamentablemente”, cuestionó el exmandatario, ese tipo de realizaciones “nos cuesta enormemente porque no construimos caminos para entendernos entre nosotros, construimos muros para hablar de lejos”; y después se preguntó: “¿para qué tener actitudes refundacionales de creer que porque llegamos al gobierno vamos a hacer todo nuevo y arrasamos con todo lo que hay y todo lo demás está mal?, ¿por qué no aprendemos del dolor de nuestra propia historia?”.

Señaló que “si somos el país del empate, pragmáticamente vamos a sentarnos y tratemos de construir escalones de largo plazo en las cosas que podamos acordar; pero hay que tener voluntad política para eso, y para eso hay que hojear en nuestra propia historia, cantidad de cosas importantes surgieron de acuerdos nacionales”, recalcó Mujica y destacó como ejemplo “el Instituto Nacional de Colonización”.

Después el expresidente evocó “una vez” en la que “llegué a un Ministerio” para asumir la titularidad, en una circunstancia en la que “cambiaba el gobierno”; sin embargo “ni siquiera me dieron una hojita, una media carilla escrita de cómo estaba” esa Secretaría de Estado y entonces “tuve que empezar de nuevo, de cero, y menos mal que había memoria de Estado en algunos viejos funcionarios; estas son las cosas imperdonables, inmadurez que tiene nuestro Uruguay; podemos y deberíamos intentar superarlo”.

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