En su espacio de reflexiones en M24 el expresidente José Mujica marcó su “discrepancia con ese tono exacerbado” y “en algunos casos insultante” que desde el oficialismo se está utilizando para atacar al Frente Amplio por la decisión de interpelar a los ministros de Economía y de Salud Pública.
Mujica puntualizó este miércoles 9 que “no puedo compartir afirmaciones tremendistas que en estos momentos voceros del gobierno hacen ante el planteo de interpelación a dos ministros” por parte de la bancada del Frente Amplio; y para relativizar ese tremendismo citó el dicho del refranero popular “ ́ahora el muerto se asusta del degollado ́”, porque en tiendas del gobierno “no se recuerda que se aburrieron de hacernos interpelaciones, y a pesar de ello siempre se mantuvo el intercambio, el diálogo”, ejemplificó.
“Y han dicho cosas con respecto al 2002, y tengo todavía fresco en mi memoria vieja que cada tres o cuatro días, en aquellos momentos dramáticos me reunía con Atchugarry, ministro de Economía, y lo propio hacían los voceros de las bancadas de diputados y senadores”; y lo mismo “algunos dirigentes sindicales, Juanjo Ramos en particular”, cuando “en el medio de la crisis bancaria hablaban a diario con el señor ministro”, evocó.
“Hay que recordar que en el Uruguay no hubo manifestaciones con el grito ¡ ́que se vayan todos ́!, y no hubo martillazos en las puertas de los bancos; hay que tener un poco de memoria real y no exagerar; están exagerando”.
En cambio, señaló Mujica, “hoy hay fuerte diferencia en cómo se lleva la previsión de los contagios y lastima el costo que ello tiene, esto es grave, lo que está en juego” y sin embargo “se estuvo lejos (...) de acompañar las decisiones que indicaba la ciencia, y los resultados están a la vista”, apuntó.
“Si por dialogar se entiende intercambiar para que tú lleves algo y a cambio yo lleve algún algo, esto hoy, en la práctica, no ha existido, y no ha existido no solo en este episodio, es casi una característica de este gobierno; creo que en los últimos 60 años no puedo recordar un gobierno más cerrado, más enquistado en sí mismo, al punto que llega (...) a caminar cerrado (...) ante los propios socios que lo ayudaron a llegar; si tuviera que definirlo en pocas palabras (...) este es un neo-Herrerismo cerrado en sí mismo”, anotó.
Desde el oficialismo “se está hablando de ́una confrontación ́ y cuestiones por el estilo cuando es obvio que una de las características que tiene la democracia parlamentaria y representativa es precisamente el diálogo, la discrepancia, la argumentación a favor y en contra, las transacciones; y creo que se está cayendo en una especie de exageración verbal”, lamentó.
“Y es obvio que los gobiernos aciertan y se equivocan, y acertaron mucho en la primera etapa de la pandemia y erraron muchísimo cuando desoyeron los consejos y las recomendaciones de la ciencia, que advirtió con nítida claridad”, remarcó; después reclamó al oficialismo que “no exageren, que una interpelación no es el fin ni el principio del mundo, es un dejar claro las visiones que se tienen ante un problema que no es secundario, que no es un tema más o un tema de rutina sino un tema en que está comprometido el devenir de tanta gente, según demuestran los hechos; por eso anotamos la discrepancia con ese tono exacerbado, por momentos, en algunos casos, insultante, y creo que en definitiva el tiempo dará su veredicto”, reflexionó.