No sabemos si declaraciones infelices de Heber sobre crímenes pasionales son por desconocimiento o es postura de fondo, se preguntan feministas

20210525/ Javier Calvelo - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ en el Ministerio del Interior el nuevo ministro del Interior, Luis Alberto Heber, brindó una conferencia de prensa junto con el fiscal de Corte, Jorge D., el director de la Policía Nacional, Diego F., el fiscal Ricardo L. y el director de Crimen Organizado e Interpol, Juan R.

“Hay algunas voces que tienen representación parlamentaria” así como la tienen “también en el gobierno que desconocen normativas internacionales que el país ha suscripto hace ya varios años y que además reflejan su legislación nacional a partir de la aprobación y promulgación de la Ley 19580” sobre violencia basada en género hacia las mujeres, advirtió Valeria Caggiano, referente de la Intersocial Feminista, en Menú Informativo.

El ministro del Interior, Luis Alberto Heber, se refirió a femicidios como “crímenes pasionales” y en ese sentido “esa declaraciones fueron bastante infelices porque el Uruguay tiene un marco normativo que es la Ley 19580, que tipifica y define claramente de qué estamos hablando cuando hablamos de violencia basada en género hacia las mujeres; de los distintos tipos de violencias a los que el 52% de la población de Uruguay se enfrenta por el solo hecho de ser mujer; y hablar de violencia en el plano doméstico como un crimen pasional remite a un lenguaje de hace ya varias décadas que está demostrado que no estamos hablando de eso”, puntualizó la entrevistada.

Ello implica que “la pasión nada tiene que ver con la violencia, es de alguna forma una estrategia de relativizarlo, no sabemos si es desconocimiento del ministro o si encierra una postura más de fondo; sí, indudablemente, hay algunas posiciones y algunas voces que ponen en tela de juicio el hecho de la violencia basada en género hacia las mujeres con este manto de duda sobre las denuncias falsas, el impacto, esto de que tenemos una ley que beneficia a las mujeres”, lamentó la referente.

“Desde las organizaciones de mujeres, las organizaciones feministas, las organizaciones que trabajan día a día con mujeres que están enfrentándose a este problema, llama la atención el desconocimiento y la invisibilización que se hace de algo que tiene consecuencias muy graves en lo que hace al desarrollo de toda la sociedad uruguaya en términos de asegurar la posibilidad de vivir una vida libre de violencia, y que la violencia hacia las mujeres es un problema de Derechos Humanos”, recordó Caggiano.

“Eso, hay algunas voces que tienen hoy representación parlamentaria o que pueden tener representación también en el gobierno, que desconocen por un lado normativas internacionales que el país ha suscripto hace ya varios años y que además reflejan su legislación nacional a partir de la aprobación y promulgación de la ley 19580”, advirtió sobre las autoridades nacionales.

Un sistema de justicia ampliamente colapsado

Según datos del Ministerio del Interior, en el primer semestre de este año hubo en nuestro país 13 femicidios, mientras que la Intersocial Feminista contabilizó 17 además de 9 intentos, “diferencias” posiblemente atribuibles a que “el Ministerio cuenta los casos que ya están cerrados y nosotras también contabilizamos las investigaciones que están en curso pero que por las condiciones en que se dan todo indica que son femicidios consumados”.

En esos seis primeros meses de 2022 “tenemos una fuerte incidencia en el interior del país, hablamos de casos en el Departamento de Canelones, en Tacuarembó, en Artigas, en Rivera, Durazno, Paysandú, Salto; este primer semestre está marcado por una fuerte prevalencia de situaciones en lo que es el interior del país y Río Negro al norte”, recalcó la dirigente feminista.

Alertó que “sin lugar a dudas el acceso a la justicia por parte de mujeres, niñas, niños y adolescentes es una materia ampliamente deficitaria” en lo que refiere a “cobertura no solo en cantidad sino en calidad, si tenemos en cuenta la celeridad de los plazos y los tiempos de espera para la respuesta; ahí hablamos de un sistema de justicia que está ampliamente colapsado”.

Caggiano recordó que “la Asociación de Defensores de oficio ha salido públicamente a plantear las dificultades en cuanto a la calidad en el acceso a la justicia en la medida en que hablamos de defensorías que están ampliamente saturadas”, al punto de reiterarse “situaciones extremas en donde tienen que elegir entre las partes cómo oficiar esa representación; (…) estamos hablando de un acceso que deja muchísimo que desear”.

Esto incide en “situaciones que se podrían evitar, sobre todo cuando existen denuncias previas y el sistema no ha llegado con una respuesta acorde para preservar las vidas de las mujeres y de las personas que de ellas dependen”, por ejemplo “cuando se dan agresiones a niños, niñas y adolescentes”.

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