En Uruguay rige “una ley” que prevé la “instalación obligatoria de salas de lactancia en los lugares de trabajo y estudio” pero esto “no necesariamente” se cumple porque “a veces falta fiscalización”, y los incumplimientos se pueden denunciar “en el Ministerio de Trabajo”, institución responsable de que “la fiscalización se cumpla”, señaló Nora D´Oliveira, consultora de Unicef y fundadora de la Liga de la Leche, en Menú Informativo de M24.
D´Oliveira subrayó que “desde el punto de vista nutricional la leche materna contiene todos los nutrientes que el niño necesita, además de transmitir todo lo que tiene que ver con los aspectos inmunológicos, de defensa, el niño que toma leche materna se enferma menos y de menor gravedad; por otra parte la protección, el contacto, el afecto, la posibilidad para la madre de conocer en forma más estrecha a su hijo así como el hijo también se siente protegido; tiene beneficios para la madre, beneficios para la sociedad en general, es lo que la naturaleza previó para el niño humano”.
Destacó después la importancia en la actualidad de “reconocer nuevamente eso de volver a lo natural” ya que “hubo un momento históricamente donde un preparado para lactante era más valorado porque se veía la cantidad, porque se sabía los componentes que tenían, las mujeres no venimos con una lista de ingredientes de todo lo que la leche tiene y es bueno; entonces parecía que era como más científico dar un preparado para lactante”, anotó.
“Esto por suerte se ha revertido” como tendencia, “también las políticas de los países han influido en proteger la lactancia; nosotros, en Uruguay, si bien nos queda por hacer, se aumentaron un poquito las semanas de licencia, se dio medio horario, hay otras medias horas para que la madre pueda ir a una sala de lactancia y extraerse leche, se ha avanzado en eso”.
En ese sentido recordó que “a lo largo de la historia esto es un ida y vuelta, es un poquito para adelante un poquito para atrás, los derechos también hay que ganarlos y hay que hacer todo lo posible para conservarlos; mirándolo a lo largo del tiempo se va un poquito para atrás pero siempre se avanza”.
“Comenzar con la lactancia como una elección de forma de vida y de crianza va siendo beneficioso para toda la sociedad, incluso desde el punto de vista económico: va a haber menos residuos, menos gasto, menos niños enfermos, el sistema de salud también va a ahorrar; porque a veces no se ve eso, que hay que invertir en prevención para no tener que gastar después”.
Lo ejemplificó nuevamente al resaltar que “existe una norma nacional de lactancia materna que orienta al equipo de salud con cuál es la mejor forma”, y “la ley” que estableció “la instalación obligatoria de salas de lactancia en los lugares de trabajo y estudio; queda aún por hacer, pero por lo menos hay cierta protección de la mujer que quiere y puede amamantar”.
Sin embargo, advirtió, “no necesariamente” se cumple dicha normativa, “como pasa tantas veces; a veces falta un poco más de fiscalización, o de seguimiento de que esto suceda”, y “a veces falta capacitación del equipo”.
Ante un incumplimiento empresarial las denuncias pueden radicarse “en el Ministerio de Trabajo”, la institución responsable de que “la fiscalización se cumpla”; y para que una empresa disponga de “sala de lactancia tiene que haber” en ella por lo menos “20 mujeres o 50 personas trabajando”, relación prevista ante la eventualidad de que “una empresa pudiera decir ´entonces no tomo mujeres para no tener que hacer una sala de lactancia´”.
Precisó que “también la ley dice que existen lo que llama ´espacios de lactancia´” para cuando haya “por lo menos una mujer en periodo de amamantamiento: hay que generarle un espacio, en condiciones tanto sanitarias como de confort, mientras esa mujer esté amamantando y tenga que extraerse leche”, lugar que “desaparecerá cuando ya no lo necesite”.
