Padrón cuestionó discurso del oficialismo que disminuye excesos de Bolsonaro por una supuesta ventaja comercial con Brasil

Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS

"A mí me molesta muchísimo que desde la clase política oficialista uruguaya estén callándose la boca de estas cosas y haciendo cálculos de almacenero, a ver qué te vendo o te compro, como si esa fuera la medida de valor que le tenemos que dar a la democracia de un país", dijo el analista de M24, Álvaro Padrón.

Lula da Silva estuvo a 1,7 puntos porcentuales de ganar en primera vuelta, inció Padrón. El 31 de agosto de 2016 destituyeron a Dilma Rousseff, sin cargo ni acusación. Lula da Silva estuvo 580 días preso. Creímos que eso iba a durar mucho tiempo. La oscuridad era tremenda y, por eso, el columnista advirtió: "cuidado con perder la perspectiva".

Padrón reiteró que esperaba una segunda vuelta en Brasil, un poco porque el gobernante es Bolsonaro y destinó fondos como nunca durante el último año, intentando recuperar apoyo popular con "politiquería", como definió.

El analista está convencido que Lula ganará la elección en el balotaje y está preocupado por la sensación de derrota que se instaló luego de las primarias brasileñas de este 23 de octubre. Definió al resultado como "un tremendo avance" y recordó las ocasiones en las que el Gobierno de Luis Lacalle Pou intentó que Bolsonaro nos diera "un favor".

En ese sentido, subrayó su sorpresa por la falta de claridad de los partidos políticos tradicionales sobre Jair Bolsonaro, inaceptable para cualquier partido uruguayo. "Me resulta un poco hipócrita eso de mirar solamente aspectos económicos", criticó. Si hay democracia, violación de derechos, machismo, destrucción del Amazonas, eso no parece importar y hacemos cuentas para saber si vendemos más o menos.

La sorpresa es la votación a Bolsonaro pero, quienes salieron tercero y cuarto (Simone Tebet y Ciro Gomes), obtuvieron una bajísima votación, absorbidos por el actual presidente.

En este aspecto, el de los votos de las clases populares a la derecha y la extrema derecha, como en el caso italiano, Padrón marcó el rol de la comunicación simple y empática, con triunfos que sorprenden.

La fe como asunto es muy utilizado en Brasil. Un asunto complejo para discutir, hay siete mil militares y tres mil evangélicos en cargos públicos. La capacidad y permeabilidad en las políticas públicas y en territorio del bolsonarismo es muy importante. O el uso de redes sociales, todos elementos que conforman un poder mediático y popular que Bolsonaro sabe manejar muy bien, puntualizó.

Es un desafío enorme, consideró. Cómo se gobierna para casi la mitad de la población que se queda con la descalificación, el insulto y el odio, la violencia o el fraude, un clima activado de aquí al balotaje. La liberalización del porte de armas y el discurso de la defensa personal por propia mano multiplicó por siete la posesión de armas, un problema para el futuro brasileño.

"A mí me molesta muchísimo que desde la clase política oficialista uruguaya estén callándose la boca de estas cosas y haciendo cálculos de almacenero, a ver qué te vendo o te compro, como si esa fuera la medida de valor que le tenemos que dar a la democracia de un país".

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