Parlamento francés debate censurar al gobierno y rechazo a reforma jubilatoria se extiende en calles que acumulan toneladas de basura

Protestas en Francia. Foto: Captura de pantalla de RVTE

La reforma jubilatoria en Francia ha activado un rechazo creciente que ya se extiende desde los sindicatos y partidos de izquierda hacia una irrupción juvenil al margen de toda organicidad, y la ola de movilizaciones no cede a pesar de que el gobierno forzó la aprobación del proyecto apelando a un decretazo al vislumbrar dificultades para su sanción por los diputados.

Agravadas desde el día 16 por la aprobación vía decreto de la reforma de las jubilaciones, las protestas antigubernamentales se amplificaron este sábado 18 recordando la revuelta de 2018 de los Chalecos Amarillos. París y Burdeos fueron dos de los principales focos de movilización, que derivó en quema de mobiliario urbano, barricadas y disturbios con la Policía.

El malestar por la aprobación mediante decreto, sin sanción de la Asamblea Nacional porque solo el Senado votó la reforma que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años, se trasladó al Parlamento, que este lunes 20 previsiblemente votará dos mociones de censura para tumbar el Ejecutivo nombrado por el presidente Emmanuel Macron, informó Público.es.

Pero ambas iniciativas tienen baja posibilidad de prosperar si la formación conservadora Los Republicanos (LR) consigue la disciplina de voto que no logró el jueves 16, cuando el Ejecutivo, en minoría relativa, debió accionar el artículo 49.3 por la ausencia de una mayoría clara en la Asamblea.

Tras el decretazo gubernamental la indignación ha subido varios peldaños, favoreciendo una mutación incipiente de las protestas. A la espera de otra gran jornada de huelgas y manifestaciones el 23 de marzo -será la novena en dos meses- se multiplicaron las acciones en los últimos días, como los cortes de carreteras o protestas espontáneas con disturbios urbanos, además de las huelgas ilimitadas, como la del servicio de recolección de basura en la capital, París, que resulta especialmente notoria, consignó El Periódico.

Francia vivió su segunda noche de disturbios urbanos del viernes al sábado. La policía informó de 61 detenciones (la noche anterior habían sido más de 200) después de los enfrentamientos entre manifestantes y policías antidisturbios en la céntrica plaza de la Concordia. Los incidentes más graves ocurrieron en Lyon, donde un grupo de black-blocs (jóvenes agitadores de extrema izquierda) penetró en un ayuntamiento de distrito e hizo una hoguera en su interior, rápidamente apagada por los bomberos.

“No me parece nada grave que haya disturbios. Debemos mostrar al gobierno que va directo contra la pared si continúa de esta manera”, explicó el joven manifestante Antoine Kintz, de 21 años, quien terminó recientemente sus estudios en Arquitectura y ahora está desocupado. “La situación resultará aún más tensa si no hay un cambio de gobierno”, aseguró refiriéndose a las mociones de censura que se debaten este lunes.

Consciente del extendido enojo de la población, el gabinete de la primera ministra, Élisabeth Borne, recomendó a los ministros que no efectúen desplazamientos fuera de París en los próximos días. El decretazo dio un nuevo empuje a los paros ilimitados, que tenían un impacto menor (excepto en la recogida de basura) y mostraban síntomas de fatiga. La CGT anunció que la principal refinería de combustible volvió a quedar paralizada.

El 49.3 “nos ha dado más fuerza para continuar. En esta situación no vamos a parar la huelga”, afirma Nicolas Roussel, de 48 años, chofer de camión de recolección que trabaja en un centro municipal que estaba bloqueado desde el 6 de marzo y donde la policía intervino con dureza este viernes 17. “Golpearon con porras y lanzaron gas lacrimógeno a los basureros”, acusó Olivier Nabe, de 49 años y delegado sindical de la CGT en este sector.

Aunque la prefectura (Delegación del Gobierno) intervino para obligar a trabajar a algunos basureros y así garantizar unos servicios mínimos, la situación está lejos de haberse resuelto en París, donde se acumulan más de 10.000 toneladas de bolsas de desechos en sus calles.

 

Compartir

Facebook
Twitter
Email
WhatsApp