Penadés seguirá con prisión preventiva por “riesgo procesal de incidir sobre testigos”

Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS

El exsenador blanco amedrentó un testigo que declaró contra él: "Usted se levantó y lo agarró del brazo. Quedó pálido. Usted no puede hacer eso. No corresponde", le dijo la jueza.

Luego de que la Fiscalía de Delitos Sexuales presentara el miércoles la acusación contra el exsenador del Partido Nacional Gustavo Penadés, imputado por más de 22 delitos vinculados a la explotación sexual de menores y a una presunta trama de encubrimiento, este jueves se desarrolló la audiencia para definir las medidas cautelares con las que aguadará el juicio en su contra, tanto el exsenador como el profesor Sebastián Mauvezín, que también está imputado en el caso de abuso sexual.

Según informó el vocero de Fiscalía, Javier Benech, “se resolvió extender la medida cautelar de prisión preventiva tanto para Penadés como para Mauvezín”. La determinación se basa “en el riesgo de entorpecimiento de la investigación y en el riesgo de fuga”.

Ambos continuarán en prisión preventiva por 180 días más.

Benech recordó que en la demanda acusatoria, presentada por la fiscal Isabel Ithurralde, se solicita que Penadés sea condenado por 20 delitos y que cumpla una pena de 16 años.

El vocero de Fiscalía aseguró que “se solicitó una pena alta, lo que cambia las condiciones”, por lo que “se puede incrementar el riesgo de fuga”. Además, aludió a un “episodio con un testigo intimidado”. “Penadés tuvo un acercamiento hacia él y se consideró por parte de Fiscalía y de la jueza que se trató de un acercamiento intimidante. Penadés explicó que lo quiso saludar”, afirmó.

Según consignó el periodista de M24 Diego Martini, Penadés amedrentó un testigo que declaró contra él. "El testigo quedó blanco. Es un intento claro de intimidación. Yo salí muy preocupada. Usted se levantó y lo agarró del brazo. Quedó pálido. Usted no puede hacer eso. No corresponde", dijo la jueza Marcela Vargas sobre el accionar de Penadés. 

Según explicó Benech, en función de este hecho “se entendió que los riesgos procesales existen y que eso fue una demostración de que puede existir un riesgo procesal para incidir sobre los testigos”. “En el juicio van a declarar 54 personas, por tanto, es un elemento que se tuvo especialmente en cuenta”, finalizó.

Laura Robatto, abogada defensora de Penadés, declaró en rueda de prensa que es "un disparate" que no se le haya concedido la prisión domiciliaria al exsenador.

Robatto sostuvo que "en el momento que se decide no aceptar un abreviado porque se entiende que se es inocente, se espera la acusación y la acusación es simplemente y nada menos después de dos años que la Fiscalía diga: voy a acusar por esto, voy a tipificar esto y voy a demostrar esto”.

“La ciudadanía tiene un concepto equivocado, creen que son los defensores los que tenemos que venir a demostrar que nuestro defendido es inocente. Lo tiene que demostrar la Fiscalía, es parte del proceso acusatorio, vencer el estado de inocencia", agregó.

Por su parte, Soledad Suárez, abogada del Consultorio Jurídico de Udelar, aseguró que la defensa de las víctimas "estuvo centrada en plantear la exhibición de poder que hace constantemente (Penadés), lo que resulta obviamente intimidatorio".

En este sentido, la abogada se refirió a una "amenaza de matarlo explícita", aludiendo a un testigo. La misma fue encontrada en el celular del exdirector del exComcar, Carlos Taroco, quien fue condenado por liderar una trama para favorecer al exsenador en el marco de esta causa.

“Taroco perpetra estas amenazas de muerte en una charla con otra persona referente al testigo en cuestión, de allí el riesgo importante que corría”, explicó Suárez.

Esta mañana, la abogada dialogó con Nada que perder y se refirió al poder político de Penadés y la influencia que pudo haber ejercido sobre la causa. Suárez remarcó: “Nosotros entendemos que Penadés no solo tenía poder, sino que lo tiene”.

En tal sentido, se refirió a la “trama” por al cual el exsenador trató de averiguar la identidad de las víctimas.

“Históricamente no tiene antecedentes un hecho de tanta gravedad, donde se usa en forma organizada el aparato del Estado para amedrentar víctimas, generar evidencia que las desacreditara”, concluyó Suárez.

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