Si el Frente Amplio asume el gobierno el 1º de marzo de 2025 encontrará un país en un estado “muy difícil”, estableció uno de los dos presidentes de la Comisión de Programa, Ricardo Ehrlich. En ese marco, la pobreza infantil y el empleo fueron señalados como dos urgencias principales. “Hay que mirar más lejos y ser disruptivos”, promovió.
La Comisión de Programa está encabezada por Ricardo Ehrlich, el entrevistado de Nada Que Perder (lunes a viernes desde las 08:00 horas), y el senador Álvaro García. La tarea comenzó hace un año, con la comisión conformada por 50 representantes de los sectores y las bases que aportan y compilan las ideas y propuestas surgidas en las 32 unidades temáticas, así como los aportes recogidos en las recorridas del proceso de “El Frente Amplio te Escucha”.
Hoy, a tres meses de la presentación del borrador de programa y a nueve del Congreso que aprobará la propuesta final y a los precandidatos, “hay pistas que enmarcan el nuevo camino”, dijo Ehrlich. Por ejemplo, hay una preocupación por la pobreza infantil porque no es solamente una cuestión de los más vulnerados sino de toda la sociedad, remarcó. El otro asunto relevante es el trabajo, de cara a transformaciones en el mundo cada vez más aceleradas.
También mencionó la seguridad y la convivencia, que requiere la capacidad para generar un clima de menores tensiones y violencia social. O la salud, con un sistema sanitario presionado por el embotellamiento de la atención. O el inicio de un camino de consenso en la educación. O la soberanía, que no solamente implica al área de las empresas públicas sino también a contar con una mirada de integración regional.
En otro tramo de la entrevista, Ehrlich rememoró parte del discurso del titular del Frente Amplio, Fernando Pereira, cuando el 26 de marzo refirió a la construcción amplia en base a consensos, como la reforma jubilatoria.
Criticó al Gobierno por las políticas de comunicación que muestran una realidad que la ciudadanía no comprueba. Pero, si se miran los números que comunica el Gobierno, el crecimiento económico se repartió entre pocos, señaló. Otra crítica que lanzó Ehrlich refiere a la preocupación por el deterioro de la calidad de la política con hechos que la desprestigian, como las que ejecutan algunos actores del Gobierno de coalición que “le hacen mal a la democracia”.
Para una propuesta progresista y de izquierdas, la promoción de los derechos es central, enfatizó el entrevistado. No solo en restitución sino también en avances a todo nivel, tanto para los derechos básicos (mencionó educación, expresión, vivienda, trabajo, sexualidad y salud reproductiva, género), como la promoción de los derechos de las minorías postergadas.
Subrayó que el Frente Amplio tiene una mirada del desarrollo territorial que no es solamente una descentralización, “es una forma de concebir un desarrollo sostenible y solidario”, definió.
El programa del Frente Amplio siempre fue la base del compromiso con la población, recordó Ehrlich. A partir del mismo se construye la acción de gobierno pero, para el partido político de izquierdas, también fija rumbos de largo plazo comunicados de forma transparente, que busca grandes consensos sociales y compartidos por todo el Frente Amplio. Entonces, explicó, caben los matices propios, hay que compatibilizarlos; la trayectoria del Frente Amplio muestra que el disenso es una riqueza que se debe respetar y valorar. “Será difícil pero fue el camino que hemos recorrido y que sabremos recorrer en el futuro”, finalizó Ehrlich.