La enseñanza privada arrastra años de problemas económicos y cierres de colegios porque “cuando se junta la deficiencia en la gestión, la mala gestión del privado, y la falta de monitoreo del Estado, se generan condiciones explosivas”, advirtió el dirigente Sergio Sommaruga, del Sindicato Nacional de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), en INFO 24.
Sommaruga analizó los distintos factores que inciden en las recurrentes crisis económicas de la enseñanza privada, y entre estos criticó la “política económica salarial de este gobierno que ha castigado muy duro a las familias trabajadoras de este país, recordemos que vamos 40 meses de pérdida de salario”.
“Esto ha generado menos ingresos familiares, dificultades para pagar la cuota, aumento de morosidad y la necesidad de sacar a los chiquilines porque no se puede seguir pagando las cuotas”.
A su vez, “esto ha llevado a que algunas familias pasen a la educación pública producto de esa circunstancia económica”, lo que viene ocurriendo “fundamentalmente en los colegios de los barrios; no en los colegios adonde va el 1% más rico, que pagan cuotas de 47.000, 50.000 pesos por mes, sino en los colegios de barrio: La Teja, El Cerro, Peñarol, Colón, Piedras Blancas”.
También “lo otro que hay que analizar es que hay verdaderamente problemas de mala gestión, ahí hay otra cuestión interesante para reflexionar porque muchas veces se construye un discurso mercado-céntrico, apologista, que establece que la gestión privada es eximia, excelsa, la llave que abre todas las puertas”, cuestionó.
Esa narrativa falaz opone “la gestión privada versus la gestión pública, ‘que es lenta, elefantesca, bruta, burocrática’”, según se dice; “y sin desmedro de que haya elementos que así lo indiquen, lo cierto es que la gestión privada no siempre es exitosa”, señaló.
“Y cuando se junta la deficiencia en la gestión, la mala gestión del privado, y la falta de monitoreo del Estado, se generan condiciones explosivas; recuerdo varios colegios de los que han cerrado -el Pocitos Day (School); uno de los que estuvo por cerrar, que logramos que no cierre, que fue el (José Pedro) Varela- que no tenían contadores, entonces la plata que entraba y salía del colegio no tenía un control contable”, ejemplificó.
“Y esto para el Estado es una responsabilidad, primero porque la educación es un derecho humano, y es su responsabilidad; y segundo, porque el Estado es un socio económico de la enseñanza privada: El Estado, solo por exoneración de IVA y de IRAE introduce en la enseñanza privada unos 4500, 4800 millones de pesos por año; entonces es muchísima plata”, alertó Sommaruga.