Ana se despierta como cualquier Viernes con ganas de que termine la jornada laboral para darse lo que tanto merece: un buen rato de hedonismo y sibaritismo. Todos los viernes concreta una cena en distintos puntos gastronómicos de la ciudad con alguna amiga, amigo, una posible cita o incluso su padre. Esto no es lo que a ella le importa realmente, podríamos decir que la compañía es algo secundario para Ana, cuando se trata de sentarse a comer un buen plato maridado con una buena copa de vino, seguido de un postre gourmet bien servido. Ana es una mujer elegante, refinada y le gusta el poder. Desde muy pequeña veía las películas de Hollywood y soñaba con pasearse en limusinas negras con tapados de piel, guantes de seda y fumando distinguidos cigarros. Ana disfruta de la calidad de las cosas, de hecho se irrita cuando el servicio que se le ofrece no está a su altura o deja mucho que desear. Se fija en los detalles de cada cosa y no le tiembla la voz si se trata de reclamar niveles de excelencia. Este Viernes no era la excepción, Ana terminó su jornada laboral y condujo en su coche color champagne a un nuevo destino que le había recomendado su gran amiga Madelón Piuma Montes de Oca. Un nuevo restó había inaugurado en la zona de la costa Este de la ciudad, Madelón había escuchado excelentes críticas de este nuevo lugar que estaba marcando tendencia en las redes sociales y en las revistas más top de la escena local. Parece ser que en la carta había diversos y variados menús, pero entre ellos el más llamativo y quizás exótico, por el cual este nuevo restó estaba ganado fama; era el de “Power Famous Salami”. Ustedes de preguntarán, que plato es ese? Será un plato originario de Londres, Munich, Oklahoma?? No. Estamos hablando de pedazos de carne cultivados en el laboratorio a partir de células madre de personas famosas. Esto es apto para personas veganas ya que se presenta en forma de embutidos, en este caso Salami, acompañados de otros condimentos como por ejemplo jengibre, cúrcuma y cardamomo.
Ana no estaba al tanto de esto nuevo descubrimiento hasta que se sentó frente a la carta y entendió de que se trataba este delirio, inmediatamente se vio totalmente seducida por la propuesta. No se fijó en las tarifas, ya que la experiencia que estaba a punto de vivir trascendía totalmente los irracionales precios que contenían estos platos.
Con un grito casi eufórico Ana pidió una tabla de fiambres picada especial para dos. Le dieron a elegir y eligió que el salami fuera de
Totalmente excitada y fuera de si, contempló como en cámara lenta la llegada de la tabla a su mesa, los ojos le brillaban como bolas de espejos en un cumpleaños de quince, el corazón le latía a la velocidad de la luz. Tomó la copa de vino tinto y fantaseó con beber la sangre de alguien, una sonrisa de 180 grados le inundó la cara haciéndole estallar los caninos como un león antes de clavarle los dientes a su presa. El tiempo parecía detenido y el salami se estremecía en los dedos de Ana que pulseaba con el destino antes de llevárselo a la boca.
El momento no carecía de metafísica cristiana ni canibalismo primitivo, Ana se encontraba a pocos segundos de fagocitar el cuerpo de sus ídolos, de introyectar toda la genética del poder en su cuerpo, de tragarse toda la información necesaria que la biología del poder podía suscitarle.
Luego del primer bocado su cuerpo ya no es lo que era, ya nunca más sería lo que es. Todo su organismo, su sistema, su maquinaria molecular se había rellenado con carne de otros, mejores y mas buenos, superiores en su especie, y el poder estaba cerca, cada vez mas cerca. Esto era increíblemente mejor que el cuerpo de cristo, la maldita hostia y el condenado canibalismo. Más progre, más vegan, más nature, más ambient. Era perfecto, era el nuevo Dios, the new god. Ana ya no iba a volver a comer otra cosa, Ana no volvería a comer carne de animales, eso atrasa, es violento y mezquino. Ana estaba cambiada.
Ana ya no era solamente Ana.