Programa especial de Por Decir Algo con motivo de un nuevo 20 de mayo y una nueva Marcha del Silencio, en busca de saber el destino de uruguayos y uruguayas que fueron secuestrados, torturados y desaparecidos durante la dictadura militar (1973-1985).
Contamos la historia de Floreal García, boxeador medallista de oro Panamericano, militante, preso, torturado, desaparecido y fusilado en 1974.
Floreal pelaba como vivía el Barrio Los Olivos, valiente, para adelante, sin temor a nada. Ganó una medalla de oro para Uruguay en los Panamericanos de 1963, se negó a ir a los Juegos Olímpicos de Tokio, fue tupamaro y lo fusilaron en Soca junto a su esposa y otros compañeros. Su pequeño hijo Amaral fue apropiado en Argentina hasta que las Abuelas de Plaza de Mayo lo localizaron en 1984.
Conversamos con Carlos Haller, ex basquetbolista y preso político durante la dictadura, sobre el lugar del deporte detrás de las rejas. Revivimos la historia de la final entre dos pisos del Penal que terminó con el equipo de Haller como ganador y mejor jugador del torneo, el “premio” de las fuerzas del orden, y el trofeo que le hicieron sus compañeros y que hoy tiene Tato López.
“Había jugadores de selección (en el Penal). En esos años el litoral tenía muy buen básquetbol, había jugadores de Paysandú, de Salto, y se hacían buenos campeonatos”, contó Carlos.
“En el momento en que fui detenido jugaba en Peñarol. La directiva entera más los jugadores me fueron a visitar a la jefatura de Soriano, en febrero o marzo del 72. Eso me quedó como algo impactante, la solidaridad de un conjunto de gente conocida que te apoyó en un momento en que precisabas fuerza y energía”, agregó.
Contacto con Pedrin Graffigna, ex futbolista, para hablar de Defensor del 76: “No es sólo pensar en la pelotita, hay otras cosas en las que pensar como en una sociedad más justa”.
“Por pensar distinto te acosaban, el deporte es una forma de oxigenarte la mente, es pensamiento”, dijo Graffigna.
Graffigna se reconforta al ver que hay equipos que actualmente se pronuncian por temáticas que van más allá del deporte, como Villa Española, Cerro, o Progreso: “Algo queda en la muchachada, de cómo se puede llegar a algo y no solo pensar en la pelotita, hay otras cosas en las que pensar como en una sociedad más justa”, comentó.
“Es todo política, es una mentira (que no se pueda mezclar fútbol y política) para tenerte atorado, para que no te juntes y no pelees por tus derechos”.
