Qué día el día de ayer, lo contás no te lo creen. La hermandad que salió de abajo de las piedras con el país vecino, parecería ser el secreto de la escuela, guardado a fuego por vergüenza u orgullo, como saberlo. Que hermoso saber que detrás de la envidia y el recelo, hay algo más en nosotros. Que todos somos un poquito todos, y que te puedo no bancar pero en el fondo te deseo lo mejor. Y eso sucedió ayer, y fue emocionante. En lo personal sentí de nuevo esa fusión con nuestros hermanos, y un orgullo absurdo de ganarle a un país europeo, que chorrea privilegios y victorias. Que bien se siente, que buen mensaje. Cuánta épica en todo eso. Histórico y bien merecido. Lo de Messi fue un espectáculo aparte, realmente no acredito ese ser humano, como es pos