Recortes, menos obras y compromisos que acotan posibilidades a futuro: el balance de Ortuño sobre la gestión oficialista en OSE 

Trabajos de extracción y distribución en perforación de OSE en el Parque Batlle en Montevideo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS

El director saliente de OSE por el Frente Amplio (FA), Edgardo Ortuño, señaló críticamente en INFO 24 que “el balance que nos llevamos de esta gestión de gobierno de coalición en OSE es negativo porque la empresa pública queda debilitada”. 

Ortuño subrayó que “Uruguay necesita empresas públicas fuertes, que den servicios de calidad a toda la población, y que además sean motores de desarrollo nacional; desde esa perspectiva, el balance que nos llevamos de esta gestión de gobierno de coalición en OSE es negativo porque la empresa pública queda debilitada”. 

Es que OSE “se ha debilitado por un recorte significativo en el presupuesto para inversiones; eso significa menos obras, un recorte significativo también en el personal, funcionarios que se encontraban en el entorno de los 4.450 hoy son 1.160 menos”. 

“La única gran decisión que ha tomado el gobierno en materia de obras significativas en OSE, que es el proyecto Arazatí, con toda la polémica que ha generado, en el aspecto económico deja a OSE con un endeudamiento, con un desfinanciamiento a futuro, a 20 años, de 1.180 millones de dólares”, advirtió el jerarca saliente. 

“Es decir, recorte de funcionarios y de presupuesto, menos obras en este periodo, y compromisos que acotan las posibilidades de acción hacia el futuro y que se notaron en este año en particular, cuando nos ha tocado vivir una de las sequías más importantes de la historia del país, con un déficit hídrico muy significativo”. 

Ortuño enfatizó en “la falta de obras importantes que quedaron previstas hacer desde el gobierno del FA, como la represa de Casupá, tenía un costo de 80 millones de dólares; se postergaron, no se realizaron, se priorizó un proyecto como el Neptuno-Arazatí, que hoy redunda en que no tengamos ni Casupá ni Arazatí más allá de estos compromiso económicos” para los “próximos 20 años” que dificultarán necesarios financiamientos. 

Esas decisiones del gobierno “muestran que cuando no se hacen las obras que se tienen que hacer desde el Estado, en primer lugar sufre la población, que terminó teniendo 73 días de agua salada”.  

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