El Mides replegó desde marzo de 2020 sus principales programas sociales para poblaciones vulnerables y pobres que con la pandemia requieren más que nunca la continuidad de esas políticas, y lo hizo sin consultar siquiera con las técnicas de cada programa, criticó en ́Mejor Hablar ́ la secretaria general de la Unión de Trabajadores del Mides, Lucía La Buonora.
En un comunicado reciente los trabajadores del Mides fueron “bastante críticas con la gestión de Bartol” porque operó “un repliegue muy grande de todos los programas, de los territorios, en un momento muy crítico de pandemia, que está impactando mucho sobre el tejido social y sobre las oportunidades de las personas”, explicó La Buonora. Lamentó que “eso no se previó en la política pública” pero “se podía haber evitado con política pública oportuna y de calidad”.
Por otro lado, cuestionan “una política muy orientada al asistencialismo, del ataque al síntoma y no de pensar en el mediano plazo y en cómo potenciar las herramientas y en promover los derechos de las personas”; por ejemplo “repartir comida sin pensar en el mediano plazo”. Caracterizan que “el Mides estaba un poco sin rumbo” y en este sentido señalan que las decisiones en general y las referidas a los programas en particular “no se estuvieron haciendo con diagnósticos explícitos”.
Entonces “esta decisión” de relevar a Bartol “viene a confirmar esa sensación que teníamos de que el Ministerio no daba con la tecla”. La entrevistada advirtió que “los programas se estaban revisando muy a puertas cerradas, sin tener en cuenta la opinión de las técnicas” y que “el repliegue” citado se efectivizó mediante el criterio de “ ́con pandemia no se puede ir a las territorios ́, y al mismo tiempo nosotras identificamos que nuestro trabajo sí se puede hacer con protocolos y los elementos sanitarios adecuados; con voluntad política se puede llegar perfectamente”, afirmó.
