Un proyecto de reforma de las jubilaciones regresivo y que rompe una promesa electoral de Lacalle Pou que cambiará las reglas a un millón de trabajadores. Así calificaron los senadores del Frente Amplio en conferencia de prensa, sobre todo en relación a las personas con discapacidad, quienes son los que más perderán mientras no se afecta a las personas con más ingresos del país.
Los nacidos después de 1973 verán modificadas “las reglas de juego” en materia jubilatoria, una promesa electoral que el presidente Lacalle Pou incumplió. No se puede salir tan fácil de un compromiso electoral, criticó el senador Óscar Andrade quien, junto a la coordinadora de la bancada, Liliam Kechichián, y el senador Mario Bergara, fueron los oradores de la conferencia de prensa del miércoles 28.
Por ejemplo: el propietario de 500 hectáreas aporta a la seguridad social menos que un quiosquero, advirtieron los senadores del Frente Amplio.
Kechichián subrayó que el trabajo parlamentario para cambiar el sistema de jubilaciones contó con apenas 50 días de tratamiento, prácticamente sin datos oficiales del Gobierno a pesar de que fueron solicitados en repetidas oportunidades y con proyecciones económicas que recién en la jornada fueron liberadas por las autoridades. “Trabajamos a ciegas”, se quejó.
El Frente Amplio está preocupado por los efectos de la reforma sobre las personas con discapacidad, quienes verán recortadas prestaciones y pensiones.
Por otra parte, indicaron que todos los estudios independientes subrayan que el “suplemento solidario” para las jubilaciones y pensiones más bajas corre riesgo de licuarse en el correr del tiempo.
También advirtieron que la reforma endurece las condiciones para acceder a una jubilación, aumenta “al barrer” la edad de 60 a 65 años y, al momento, no se sabe qué puesto de trabajo librará a los 60 años. Hay sectores como frigoríficos y trabajadoras domésticas que deberían tener tratamientos especiales. Con el transporte, por ejemplo, la coalición de Gobierno (Partido Nacional, Partido Colorado, Partido Independiente y Cabildo Abierto) fue intransigente.
Esto se resuelve por acuerdos partidarios “a fórceps” e incluso hay parlamentarios que votaron pero por definición partidaria. Todas las cajas paraestatales rechazaron la reforma, así como representantes de trabajadores y empresarios en el Banco de Previsión Social.
El costo descansa en los hombros de trabajadores no hay otros estamentos de la sociedad que aporten para reducir el déficit de la seguridad social, subrayó el senador Bergara.
Pero el Frente Amplio propuso que aumente el aporte patronal rural, una contribución de las altas pasividades militares para esa caja tal como ocurre en las cajas notarial y profesional, y que el adicional por hijo sea para todas las cajas paraestatales. La coalición también fue intransigente con estos puntos.
