El profesional de la salud fue secuestrado en la madrugada del 15 de abril de 1984 cuando estaba en su casa en la localidad de San Javier, departamento de Río Negro. Vivía con su esposa, Mary Zabalkin, y su hijo, Valery Roslik, un bebé en aquel entonces.
Roslik fue trasladado al Batallón de Infantería 9 de Fray Bentos con otras seis personas. Al día siguiente fue asesinado bajo tortura.
Sin embargo, el médico militar Eduardo Saiz indicó que la muerte se debió a causas naturales. En 2014, 30 años después, se pidió a la Justicia desarchivar el caso, pero fue negado ya que los delitos habían prescripto y porque era “cosa juzgada” gracias a la condena del militar Sergio Caubarrère, quien a su vez fue el encargado de secuestrar a Roslik, a cuatro meses y 18 días de prisión homicidio culpable y abuso de autoridad.
Unos cinco años más tarde, en 2019, el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, pidió reabrir la causa. La jueza letrada de tercer turno de Fray Bentos, María Carol Ceraolo, se negó.
Perciballe apeló, pero fue desestimado por el Tribunal de Apelaciones de segundo turno en marzo. El magistrado llevó el caso a la Suprema Corte de Justicia (SCJ). En 2021 el máximo órgano del sistema de Justicia rechazó el recurso y archivo el caso de manera definitiva. De todas maneras se abrió una nueva causa en 2023 por el nuevo código de proceso. Nueve militares fueron imputados por delitos de privación de libertad, abuso de autoridad y lesiones graves.
Justicia imputó a nueve militares por el asesinato del médico Vladimir Roslik
