En su espacio de reflexiones en M24 el expresidente José Mujica fustigó al gran empresariado agropecuario porque en su sistema productivo “los que trabajan en el sentido de agachar el lomo son la masa de peones rurales”, a quienes se les devuelve “tanta miseria de ni siquiera equiparar el salario al ritmo de la inflación por lo menos”. “Buena cosa fuera que el ministro de Trabajo se acuerde de la deuda histórica del país con los peones rurales”.
Mujica abrió su columna dando contexto al tema y recordó que “llevamos dos años casi de pandemia pero la producción agropecuaria en términos globales ha sido estupenda; no hay ´viento a favor´ desde el punto de vista internacional: hay un ´huracán a favor´ por los precios que se logran, y en esas condiciones es natural que esto esté empujando positivamente a favor de la vida económica del país, es una fuerza de carácter determinante”.
A partir de dicha coyuntura señaló “la gran pregunta que hay que hacerse: ¿por qué somos tan egoístas? ¿Por qué en Uruguay somos tan olvidadizos? Porque la gran pregunta es: ¿quiénes son los que trabajan la tierra si en definitiva somos un país agroexportador y si el 80% de lo que le vendemos al mundo sale de una forma u otra del trabajo de la tierra? ¿Quiénes son los que efectivamente trabajan, sudan, pasan frío, se lastiman, pasan calor, tienen manos gruesas y curtidas? Porque cuando hablo de trabajar, hablo de gente que agacha el lomo”, graficó el expresidente y exlegislador frentista.
En esa dirección destacó que “los que más trabajan, tal vez desde el punto de vista práctico son los que menos (se) llevan en este esfuerzo”, entre ellos “los productores familiares” y por ejemplo los “pequeños tamberos; son la gente más sacrificada, se auto-explotan” y en el contexto de “esas múltiples pequeñas actividades mucho se sacrifican las mujeres” rurales, subrayó.
Y si bien todos “estos pequeños ganaderos, criadores, tamberos, granjeros, pequeños agricultores son muchos, (…) no mueven la aguja desde el punto de vista de la economía, porque ésta no es la gran producción”; al mismo tiempo “está la economía rural fuerte, empresarial, que tiene un enorme peso en la ganadería, en la agricultura, la producción de granos, de arroz” y otras; “en este sistema empresarial los que trabajan en el sentido de agachar el lomo (…) son la masa de peones rurales, y esto tiene una importancia colosal en este país egoísta que no habla una palabra de los peones rurales”.
“Y esta economía empresarial está basada en el trabajo de los peones rurales”, recalcó, “y hay probablemente más de 100.000 peones rurales”, quienes “fueron los últimos a los que se les reconoció la Ley de 8 horas, porque eran como trabajadores aparte; y tuvo que llegar los gobiernos del Frente para que esto se pusiera sobre la mesa y gente que hoy está en el gobierno se opuso por ´las características que tiene el trabajo rural´”, anotó.
“Lo cierto es que el grueso de las divisas que entran en este país, en su arranque no caen por generación espontánea” sino que “caen por el trabajo humano, arriba de los recursos naturales; (…) porque un dron de esos que se están usando hoy no cura las bicheras de un ternero, porque no remienda un alambre, porque no se hace cargo del pietín en las ovejas, porque no esquila, porque es incapaz, por ahora por lo menos, de hacer frente a mil y una variables que se dan en la vida del campo; sin peones rurales es imposible la economía empresarial del Uruguay y yendo dos años viento en popa, cuando se tiene a favor un cúmulo de precios, algunos espectaculares que nunca se han tenido, ¿por qué tanta miseria de ni siquiera equiparar el salario de los peones rurales al ritmo de la inflación por lo menos? ¡Si le va bien al campo también tendría que irle bien al peón rural!, razonó Mujica.
“Pero no he sentido una palabra” del tema, lamentó, y después apuntó que “el señor presidente dijo que está con el campo y fue el otro día a Durazno, a un aniversario de la Asociación Rural de ese Departamento” y allí “dijo textualmente ´no somos socios, somos empleados´; empleados… y como tal -supongo que debe ser un empleado de alta categoría, con un poder de gestión- podría y debería acordarse del peón rural si se está con el campo, ¡porque el campo uruguayo es insostenible sin peones rurales! Y llevo años sin sentir una palabra, un gesto de reconocimiento para con el peón rural”.
“Buena cosa fuera -reclamó al final- que el ministro de Trabajo se acuerde alguna vez de la deuda histórica que tiene este país con los peones rurales”.