De la declaración de Carolina Ache ante Fiscalía surge que en el núcleo del gobierno “hay una maniobra orquestada para ocultar cosas en defensa de un gobierno y de un partido frente a los intereses del país”, cuestionó el exdirector de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo, Ricardo Gil, en Nada Que Perder.
Gil expresó “preocupación porque no es el primer caso en los últimos tiempos, y hoy están en juego dos zonas muy delicadas: una es cómo nos paramos los ciudadanos frente a este tipo de cosas y de qué manera debilitan la confianza que deberíamos tener en las instituciones, en los jerarcas y en la democracia”.
“Estas cosas afectan la confianza de la gente, y el riesgo es grande: si la gente pierde confianza en las instituciones, si pierde la confianza en la democracia nos puede pasar que aparezcan los salvadores, supuestamente con recetas mágicas, por fuera de la democracia; entonces hay que defenderla a muerte”, reflexionó.
Otra cosa “menos importante pero que juega también es que Uruguay, que tiene tradicionalmente una imagen muy sólida a nivel internacional, ha acumulado una serie de eventos que seguramente perjudican esa imagen y que van a tener consecuencias en algún momento”, advirtió el exjerarca.
Recalcó que “Uruguay tiene a favor una larga tradición” de claridad institucional pero avisó que aquí “a veces no se visualiza que esas cosas cuesta mucho ganarlas y se pierden muy fácil”.
Con los nuevos datos surgidos en la declaración de Carolina Ache en Fiscalía este miércoles “se visualiza una maniobra orquestada para hacer desaparecer pruebas e indicios que afectarían a la imagen de ciertos jerarcas y del gobierno en definitiva”, señaló.
“Es el caso más claro donde hay una conjunción de personas que conspiran para que no se sepan ciertas cosas, y esa conspiración muestra que se quiere poner por delante al partido del gobierno” antes que “al país; eso es particularmente grave”, puntualizó.
“Hay una maniobra orquestada para ocultar cosas, ¿en defensa de qué? Básicamente en defensa de un gobierno y de un partido frente a los intereses del país; eso es particularmente grave”, remarcó el extitular de la Junta de Transparencia y Ética Pública.
Después valoró que “cuando hay responsabilidades comprobadas lo que corresponde es la destitución y no la renuncia (…); en este caso estamos hablando de cargos a nivel alto ministerial, el responsable es el presidente de la República y tendría que tomar ese tipo de decisiones”, reclamó el exdirector de antilavado.