No me imagino un gobierno del Frente Amplio corriendo la edad de jubilación al barrer para cobrar menos al final, ni desatendiendo a las cátedras de salud laboral, concluyó el senador frenteamplista Óscar Andrade en M24. Una discusión sobre la seguridad social debe ser amplia, añadió, y puso ejemplos de los acuerdos sociales que el sector de la construcción alcanzó. Además, dijo que la reforma blinda a los sectores más poderosos y eso la hace “sumamente injusta”.
Andrade recordó que, en esta discusión sobre la reforma jubilatoria que propuso el Gobierno de Luis Lacalle Pou, sectores como el rural o el de la construcción no estarían incorporados al aumento de la edad jubilatoria. Sin embargo, especificó, en el texto del proyecto de ley dice “algún puesto de trabajo considerado exigente”, sin identificar a ninguno y, por otro lado, hay que demostrar que ese trabajador estuvo al menos 20 años en ese tipo de empleo. “El que redactó esto nunca estuvo en una obra”, criticó Andrade, ex secretario general del sindicato de la construcción.
Y esto es porque el trabajador más veterano “llega hecho paté” y se buscan empleos de menor riesgo físico. Lo más ridículo, calificó, es que posteriormente se aclaró que esto funcionaría solamente en el período de transición, entre 45 y 50 años, lo que evapora este anuncio. La coalición oficialista no acompañó los cambios propuestos por el Frente Amplio y ahora Cabildo Abierto sale a decir “¡qué horror!” cuando también votó en contra de las modificaciones, pero eso no se considera como un escándalo político.
Bajo un gobierno del Frente Amplio, una reforma de la seguridad social no incrementaría la edad “al barrer”, estableció Andrade. Recordó que las cátedras de salud mental fueron contundentes en su posición contraria, hay sectores con envejecimiento precoz a quienes no se les puede incrementar las exigencias para acceder a una jubilación como el rubro frigorífico, que tiene el doble de altas jubilatorias por incapacidad.
Tampoco incrementaría la edad de jubilación para que después cobrar menos. La tasa de reemplazo a ciertas edades es muy baja: alguien de 50.000 pesos de ingresos accedería a 18.000 de jubilación. Lo que plantea la reforma es que a los 65 años no se va a poder jubilar y va a tener que extenderla hasta los 68 o 69 años, explicó. Por otro lado, se recorta un 44% las pensiones de incapacidad.
Con una discusión sobre toda la seguridad social el panorama cambiaría, aseveró. Como ejemplo, recordó que en la construcción se aporta al BPS y a otros 5 fondos que fueron conquistados a lo largo de la historia. No se aporta porque a obreros y empleadores les guste pagar aportes, sino porque se abren posibilidades con becas para los hijos de los trabajadores, capacitación para los obreros, préstamos para materiales de construcción, cobertura del fondo solidario en caso de desempleo. Discutir la seguridad social en éstos términos lo hace distinto.
Además, para estos fondos, el trabajador paga menos que el empleador porque se distribuye el aporte en función de la capacidad contributiva de cada uno. Sin embargo, esta reforma del Gobierno de Lacalle Pou blinda de cualquier tipo de participación a los sectores de alta renta, como los que envían depósitos al exterior, ellos no participan y eso hace sumamente injusto al proyecto de reforma, según sostuvo.
El movimiento popular tiene dos alternativas. Si damos la discusión tenemos altas posibilidades de que la reforma jubilatoria no se apruebe. Los caminos son dos: o se busca la mayoría parlamentaria o se impulsa una reforma constitucional. Pero es un debate posterior y hay que pensarlo muy bien, advirtió.
En la entrevista, Andrade sostuvo que un programa político del Frente Amplio tiene que construir un enfoque en seguridad y convivencia radicalmente distinto al que plantea la Ley de Urgente Consideración (LUC) y exponerlo de forma clara a la sociedad. Uruguay “es un desastre”: el peor año en los registros de homicidios y muertes dudosas, violencia social. Para Andrade hay que abordar el problema del sistema carcelario porque un tercio son primarios que ingresaron a cárceles por hurto, un hecho que la LUC recrudeció. Ellos son “mano de obra muy barata” para el narcotráfico. Hay que pensar un abordaje diferente de las adicciones y trabajar en las causas: acceso al deporte, la cultura, la salud mental.
¿Qué va a hacer el Frente Amplio?, se preguntó el senador. Este es un momento de discusión del programa y no quiere limitar la discusión ni decir que la LUC es “intocable”. También consultó si la expulsión de los docentes de los consejos de la educación hizo más clara o más caótica a ese sector de la sociedad, por ejemplo.
