El vicepresidente brasileño Hamilton Mourão defendió la disputa de la Copa América en Brasil y cuestionó al entrenador de la selección verdeamarela, Tite, quien respondió que la selección no debe estar alineada al gobierno.
Este lunes, Mourão -primero en la línea sucesoria del presidente Jair Bolsonaro- expresó que si el entrenador de la selección brasileña no quiere jugar la Copa América, se puede ir, porque el Cuiabá (equipo recién ascendido a la primera división) "está precisando un técnico" tras el despido de su entrenador, según consignó Tv Globo.
Consultado al respecto, el entrenador intentó esquivar la polémica señalando que tiene "mucho respeto por mi trabajo, por la selección brasileña, por este momento del Mundial y las eliminatorias. Y la mejor manera de devolver el cariño de las personas que me apoyan y respetan lo que están en contra es hacer mi mejor trabajo posible. Eso es con lo que me voy a quedar".
Tite también fue consultado acerca de si el entrenador de una selección nacional tiene que estar alineado con el gobierno de su país, y contestó negativamente aduciendo que "el entrenador de fútbol tiene que estar alineado con el fútbol".
Horas atrás, el senador e hijo del presidente, Flavio Bolsonaro, tildó al entrenador de "adulador de Lula”. “Bastó que la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) pidiera permiso al presidente Bolsonaro para que ocurriera la Copa América aquí en Brasil para que Tite tomara una posición política”, agregó.
Tite fue quien reveló en medio de los rumores que sus jugadores "tienen una opinión" sobre la realización de la Copa América en Brasil, que se la habían trasladado al presidente, y que la iban a trasladar al público en el momento oportuno.
El pasado viernes tras la victoria de la verdeamarela ante Ecuador, Casemiro, capitán del seleccionado fue consultado sobre la negativa del plantel a participar de la Copa América. "Todos conocen nuestra posición. Más claro, imposible", dijo Casemiro, quien adelantó que cuentan con el apoyo del entrenador y que expresarán su opinión luego del partido ante Paraguay de este martes.
El sábado el presidente brasileño Jair Bolsonaro había ratificado el apoyo de su gobierno a la Copa América durante una reunión con la Conmebol en la que se negaron a participar los capitanes de las selecciones participantes.
En medio de los desencuentros, la CBF licenció por 30 días a su presidente Rogério Caboclo -por una denuncia por acoso sexual- y asumió el mando el coronel Antônio Carlos Nunes.
