Si no se buscan medidas que busquen mitigar la desigualdad de la mujer, la opresión se va a seguir perpetuando. afirma Lilian Abracinskas

Lilian Abracinskas

En el tránsito hacia el próximo #8M, INFO24 continúa con el ciclo de entrevistas a mujeres protagonistas y en esta ocasión la charla fue con Lilián Abracinskas, directora de Mujer y Salud en Uruguay e integrante de la Intersocial.

El año pasado Abravinskas y Pablo Alvarez presentaron, ante la Comisión Especial de la Cámara de Senadores, un material para estudio del proyecto de Ley de modificación del régimen provisional.

Allí se incluyó, entre otros aspectos, un capítulo llamado “la vejez en Uruguay tiene cara de mujer” donde se afirma que Uruguay refleja una feminización del envejecimiento, con mayor proporción de mujeres en los tramos de edad mayores a 65 años.

La expectativa de vida de la mujer es de 5 años superior a la del hombre. Al observar la tasa de actividad entre hombres y mujeres observamos que para el año 2019 fue de 70,1% para los hombres y de 54.9% para las mujeres (INE). Es decir que tenemos una situación donde la mujer vive más años pero participa menos en el mercado de trabajo remunerado.

Cuando se observa la distribución porcentual de la carga total de trabajo por sexo surge claramente la matriz de la división sexual del trabajo, se afirma, agregando que, entre los varones el 68% del trabajo es remunerado en tanto que en las mujeres lo es el 35%, es decir que el trabajo no remunerado representa el 40% del trabajo de los varones y el 65% de las mujeres. La composición del trabajo no remunerado es también diferente entre varones y mujeres. En este predomina el trabajo doméstico y de cuidados y en esas tareas las brechas de género son las mayores.

El capítulo finaliza destacando lo que menciona como “una ecuación relativamente simple: las mujeres viven más años, participan menos del mercado de trabajo y dedican mayor cantidad de tiempo al trabajo no remunerado. De forma tal que en un sistema de seguridad social fuertemente basado en el componente contributivo (empleo formal), las condiciones presentes ya prefiguran las desigualdades futuras, como las pasadas configuran las actuales.

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