En el marco de un sector como el turístico que sigue afectado por los coletazos de la pandemia, la secretaria general del Sindicato Único Gastronómico y Hotelero de Uruguay (Sughu), Fernanda Aguirre, informó sobre las reuniones con los agremiados durante esta temporada estival, con la precariedad laboral como principal preocupación.
Los trabajadores tienen gran expectativa por la generación de puestos de trabajo en esta temporada estival, luego de años de “sufrimiento”, con una buena zafra que amortigüe la pérdida de ingresos, informó la secretaria general de Sughu, Fernanda Aguirre.
Es uno de los pocos sectores que aún arrastra consecuencias de la pandemia, recordó Aguirre a Nada Que Perder. Todavía no se recuperó porque la precarización se consolidó.
El acuerdo laboral vigente termina en 2026. Fija un salario aún inferior al poder adquisitivo de 2019. “Nos mataron, votamos en contra pero el Poder Ejecutivo firmó junto al empresariado una rebaja salarial y, después, en el sistema de recuperación, a nuestro sector no terminó ni siquiera con la recuperación de lo perdido; eso es un problema y tenemos la expectativa, con la próxima administración, que contemple la precariedad de trabajadores que tienen que sobrevivir, no tienen que acumular riqueza”, señaló la sindicalista.
En Maldonado, los lugares de alto nivel adquisitivo tienen muy buenos números de ocupación, efectos de la economía regional, un asunto que escapa a la administración del país. La preocupación está en las condiciones laborales, precisó.
“Hay condiciones que no son adecuadas”: dos meses de trabajo zafral no hace la diferencia para la jubilación, pero sí para acumular en el seguro de paro, ejemplificó. La informalidad en el sector es alta, especificó Aguirre, con empleadores que contratan a gente nueva que no conoce las conquistas sindicales y, por desconocimiento, soporta niveles importantes de abuso que el Sughu intenta contener.
Muchas veces, los compañeros no saben que pueden ir al sanatorio del Banco de Seguros aún estando informal, “en negro”. Si un trabajador gastronómico se corta un dedo, la mutualista no atiende igual que un centro especializado en accidentes laborales, como el BSE.
En ocasiones, el empresariado entiende que no recaudó lo que pretendía e intenta “compensar” a costa de la precarización de las condiciones laborales del sector. “Esa es nuestra preocupación y por eso estamos en asamblea permanente”, señaló Aguirre. Este monitoreo debe ser función del Estado, que los cumple “mal”, consideró.
“Nunca hubo un abordaje cabal y suficiente para que el empresariado cumpla con toda la normativa laboral vigente y entendemos que viene de años donde esto viene siendo peor; la cobertura y el monitoreo para que se den las garantías en los lugares de trabajo viene siendo peor, se ha desmantelado mucha cosa y se sabe que es insuficiente el cuerpo inspectivo del Ministerio de Trabajo”, dijo en la entrevista.
Hay optimismo en el Ministerio de Turismo por próxima temporada de verano