El 28 de diciembre en Amberes, Bélgica, se detectó que un contenedor que provenía de Uruguay, trasladaba dos toneladas de cocaína camuflada en envoltorios de budines y alfajores de la marca uruguaya Portezuelo así como en botellas de vermouth.
En tanto, el viernes pasado, El Observador informó que el escáner del puerto de Montevideo no detectó la droga y que no se realizó un control de forma manual pese a que era sospechoso. El contacto en Nada que perder con el secretario general de la Asociación de Funcionarios de Aduanas, Basilio Pintos.