Transformación educativa trajo “mucho documento y poco cambio en la cotidiana de escuelas y liceos”, dijo Florit

Héctor Florit, ex consejero de Primaria y extdirigente de la Federación Uruguaya de Magisterio, emitió duras críticas respecto a la gestión del ex presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y actual precandidato colorado Robert Silva.

Florit expresó su descontento con la gestión de Silva, describiéndola como “muy mediática” y cuestionando la falta de comunicación interna, señalando que muchos docentes se enteraban por la prensa de las decisiones que afectaban su quehacer cotidiano. Destacó que, si bien se anunciaron transformaciones importantes, estas no llegaron a las aulas y quedaron como cambios de papel con poca incidencia real en la vida escolar.

Además, manifestó preocupación por la politización en el ámbito educativo, especialmente al referirse a la salida de Silva del cargo para dedicarse a una carrera política. En sus palabras, este tipo de comportamiento “hace mal a la educación” y contraviene el sentido de los entes autónomos en Uruguay, que deberían velar por el bien común y no servir como trampolín para carreras personales en la política.

Entrevistado por Nada Que Perder (M24), el exjerarca señaló que Silva renunció al cargo “por una carrera política con intereses personales en detrimento de una una gestión educativa, en un hecho sin parangón en la historia del ANEP, que alguien deje la gestión del organismo más grande que tiene el Estado uruguayo, donde se juega el futuro de 700.000 estudiantes para proyectos personales. Esto yo creo que no es un buen antecedente, creo que ubica a la educación pública en los fragores de la política”.

Asimismo, señaló la importancia de preservar la distancia entre los intereses partidarios y los objetivos educativos, recordando figuras históricas que supieron encabezar la educación pública con idoneidad y sin agendas políticas personales.

Finalmente, criticó la designación de Virginia Cáceres como sucesora de Silva, alegando que la transición no fue cuidadosa con los méritos relevantes que la educación requiere, y mencionó que la Ley de Urgente Consideración (LUC) mencionaba aspectos referentes a la experiencia en educación pública que antes eran requisitos fundamentales.

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