VTV Noticias informó que en octubre un documento de los servicios técnicos de la Ursec sugirió cobrarles 25 millones de dólares a las empresas que accedieron a bandas para el servicio 4G, aunque posteriormente otro documento omitió esa sugerencia, y al mes se lo concedió a Movistar por seis millones de dólares, igual cifra que le había cobrado en 2002.
El director de la Ursec en representación del Frente Amplio (FA), Pablo Siris, explicó a La Diaria que un informe del organismo consideró los precios de referencia internacional, y más tarde fue retirado del expediente.
En su lugar se colocó uno nuevo donde decía “que no había precio de referencia”. “Esos no son datos generados por la Ursec, porque no tiene cómo calcularlos, entonces toma como referencia datos que les dan otros. Yo pregunté quiénes eran esos otros y qué datos crudos nos dieron, para poder sacar mis cuentas y ver si están bien o mal hechas, y se me dijo que no me podían decir quién había dado esos datos a la Ursec”, detalló el jerarca.
De todas maneras, Siris sostuvo que llama la atención que “se haya colocado primero un dato de una cifra equis y que, cuando se cuestiona la sustentabilidad de ese dato, en el segundo informe se retire”.
El argumento que se utilizó para retirar la cifra del primer informe fue que “había habido un solo país en donde se había desarrollado esa subasta”, por consiguiente “no era estadísticamente relevante”.
Asimismo, el director de la oposición puntualizó a La Diaria en referencia a la venta por seis millones, que “tampoco tiene sustento” ya que “no tiene ningún criterio” cobrar el mismo precio de la subasta hecha el 11 diciembre de 2002.
En aquel entonces en nuestro país no existía un millón de abonados a celulares, cuando en la actualidad hay casi seis millones de servicios, “pero además los teléfonos de hace 20 años lo único que permitían era recibir llamadas”, mientras que hoy en día “los teléfonos nos permiten ver en vivo la cámara de un satélite; sin embargo, se cobra el mismo precio por el mismo plazo, de 20 años. Es una barbaridad escandalosa”.
