“Para sacarle un arma a un pibe chorro, lo que hay que hacer es darle un futuro. Si no le das un futuro, no le vas a poder sacar el arma", señaló el sociólogo Luis Morás.
En Uruguay hay 617.000 armas registradas y una de cada seis personas cuenta con una, lo que lo posiciona como el país con la tasa más alta de porte de armas de América Latina. Si se suman las estimaciones de armas no registradas, que estarían en gran medida vinculadas al narcotráfico y el crimen organizado, la cifra se eleva a aproximadamente un millón de armas, según detalló el periodista Diego Martini en su espacio Desde Adentro para Nada que Perder.
Martini recordó que el ministro del Interior, Carlos Negro, mencionó en su asunción la posibilidad de llevar adelante un desarme de la población, que está siendo analizado en el marco del Plan Nacional de Seguridad que elabora actualmente la cartera. “El ministerio está abocado a mejorar los registros de armas existentes, en digitalizarlo y en realizar una trazabilidad del ingreso de municiones al país, porque si acá no se fabrican, vienen de afuera”, explicó Negro en rueda de prensa días atrás.
Martini dialogó con el sociólogo Luis Eduardo Morás, quien resaltó que históricamente Uruguay tiene una “tradición de fascinación” en el uso de armas que se remonta a los inicios del siglo XX y recordó que distintos historiadores, décadas atrás, definieron al país como “la tierra púrpura”, que surge de la mezcla de la sangre roja con la tierra marrón, en contextos de guerras civiles. “Las razones por las que las personas tienen armas son variadas. Una de ellas es el déficit de justicia del Estado uruguayo, que hace que muchas personas opten por tener un arma en su casa como forma de protección”, señaló el especialista.
En cuanto a la distribución de las armas en el territorio del país, Durazno es el departamento con la tasa promedio de porte más alta, con 109 armas cada 100.000 habitantes, seguido de Rivera, con 71.8. Según contó Martini, el hecho de que Uruguay cuente con una frontera seca y la falta de “buenos registros” hace que muchas armas ingresen desde el exterior sin control.
Asimismo, Morás destacó que hay aspectos estructurales que deben ser modificados en cuanto a la tenencia de armas. “Para sacarle un arma a un pibe chorro, lo que hay que hacer es darle un futuro. Si no le das un futuro, no le vas a poder sacar el arma, por más voluntarismo que expresen los políticos”, lanzó.