Una mega-huelga paralizó en Alemania el transporte público en reclamo de aumentos salariales ante la creciente inflación

Huelga en Alemania. Foto: Captura de pantalla de la Deutsche Welle.

Los alemanes se despertaron este lunes 27 con la red de transportes prácticamente paralizada por una huelga de dos de los sindicatos más importantes del país, que exigen aumentos salariales frente a la inflación.

El personal de aeropuertos, puertos, ferrocarriles, autobuses y metro se retiró poco después de medianoche para realizar un paro de 24 horas. Los sindicatos exigen aumentos salariales superiores al 10% para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años, informó el portal euronews.

A diferencia de lo que ocurre en países como Francia, este movimiento unitario entre los sindicatos del transporte EVG y Ver.di, que representan respectivamente a 230.000 ferroviarios y a 2,5 millones de trabajadores de servicios, es extremadamente raro, consignó France 24 en base a AFP.

Los trabajadores de los aeropuertos, de las compañías que administran las autopistas y de los transportes locales se unieron en el mismo reclamo. La  movilización se inscribe en un contexto de crecientes tensiones sociales, donde las huelgas para exigir aumentos de salarios se multiplican desde inicios de año, de las escuelas a los hospitales, pasando por el correo.

Esta “Mega-Streik” (mega-huelga) -como la bautizaron los medios de comunicación alemanes- afecta un país donde los precios se dispararon desde hace más de un año, con una inflación que llegó a 8,7% en febrero.

EVG y Ver.di exigen más de 10% de aumento, mientras los empleadores (Estados, comunas, empresas públicas) proponen un incremento de 5%, con dos pagos únicos de 1.000 y 1.500 euros (1.080 y 1.620 dólares).

Los sindicatos unidos del transporte público apostaron a una “amplia movilización”. El lunes de mañana fueron cerca de “30.000 trabajadores” del sector ferroviario los que entraron en huelga, según informó EVG.

En todo el país, “el tráfico de los trenes de larga distancia fue suspendido, así como las líneas regionales”, según la empresa Deutsche Bahn. En la mayoría de los aeropuertos, entre ellos los principales, Fráncfort y Múnich, se anularon los vuelos.

En muchas grandes ciudades los transportes públicos fueron muy perturbados. En Berlín, la red S Bahn -un conjunto de tranvías y metros- fue bloqueada.

La federación de los aeropuertos alemanes (ADV) denunció una estrategia “de escalada de las huelgas siguiendo el modelo de Francia”, en donde las jornadas de movilización contra la reforma de las pensiones se multiplican.

“Un conflicto social que no tiene repercusiones es un conflicto social inofensivo”, respondió Frank Werneke, presidente del sindicato Ver.di.

 

El precio de combustible y comida aumentó, mi billetera lo notó

 

El terreno es cada vez más favorable para las huelgas en Alemania, que se aleja de la cultura de consenso que la ha caracterizado durante la posguerra. “Ha habido más huelgas en Alemania en estos últimos diez años que en las décadas anteriores”, observa Karl Brenke, experto del instituto económico DIW consultado por AFP.

Con un nivel de desempleo particularmente bajo desde finales de los años 2000, el país sufre una falta de mano de obra que pone “en posición de fuerza” a los sindicatos en las negociaciones, según Brenke.

Desde mediados de los años 2010 los sindicatos lograron imponer aumentos, tras una década marcada por la política de moderación salarial del excanciller Gerhard Schröder (1998-2005), en nombre de la competitividad.

Los salarios reales aumentaron de manera sistemática de 2014 hasta 2021, salvo en 2020 a raíz de la pandemia de covid-19. Esa dinámica se rompió con la inflación en 2022, que produjo una disminución salarial de 3,1%.

La huelga por salarios en el transporte público fue acompañada de manifestaciones. “El precio del combustible y de la comida aumentó, mi billetera lo notó”, afirmó Timo Stau, de 21 años, en una manifestación en Friedrichstrasse, avenida emblemática de Berlín.

“Mantuvimos en vida el servicio público durante la pandemia, ahora queremos más dinero”, exige Petra, de 60 años, agente de aduanas.

Tras la amenaza de una “huelga por tiempo indeterminado”, los 160.000 empleados del correo Deutsche Post, que negocian por su lado, lograron a principios de marzo un aumento de salario de una media de 11,5%.

A finales de 2022, cerca de 4 millones de trabajadores alemanes de la industria consiguieron un aumento salarial de 8,5% en dos años, tras varias semanas marcadas por paros.

 

 

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