El rendimiento alcanzará los 3.000 kilos por hectárea en promedio, a valores por encima de los US$ 600 por la tonelada a la venta que no se esperaban y con una excelente calidad de grano.
La cosecha será récord en productividad, tanto en margen como en facturación que le dejará al país, según consigna El Observador, un monto cercano a los US$ 2.000 millones.
A raíz de las lluvias que comenzaron en verano y se mantuvieron, semanalmente, para luego frenarse al empezar la cosecha en abril, se superará el rinde máximo anterior, de unos 2.951 kilos por hectárea en 2017 que generó una cosecha de 3,2 millones de toneladas de US$ 1.189 millones en exportaciones a un precio promedio de US$ 371 la tonelada.
Este año se prevé una cosecha de volumen similar, aunque a un precio mejor, cercano a US$ 600 por tonelada, lo cual producirá unos US$ 2.000 millones.
Esta cifra superaría a los US$ 1.874 millones que hubo en la mejor cosecha de la historia, del año 2013, con 3,5 millones de toneladas exportadas a un promedio de US$ 535 la tonelada, de acuerdo a lo publicado por el medio gráfico.