Brasil redujo sus aranceles a las importaciones y hasta diciembre de 2022, tras el acuerdo con Argentina y en espera de arribar a negociaciones con Paraguay, que aceptó, y con Uruguay, que este miércoles 24 confirmó su negativa a la propuesta. En la sede del Mercosur, ubicada en Montevideo, durante la reunión del Grupo Mercado Común, los demás países solicitaron a nuestros técnicos que revean la decisión pero respondieron que eso ya es un tema político.
Uruguay está en contra de bajar el arancel común un 10%, informó El Observador este jueves 25. Dentro de un mes, los presidentes que integran el Mercosur se reunirán en Brasilia. Por este motivo, los representantes de Argentina, Brasil y Paraguay solicitaron a los técnicos uruguayos que revean la postura de cara a la cumbre de mandatarios.
En el organigrama del Mercosur, por encima del Grupo solamente se encuentra el Consejo Mercado Común, compuesto por los ministros de relaciones exteriores y de economía, y la reunión de presidentes.
La decisión, según todos los medios de comunicación, está atada a la posibilidad de iniciar acuerdos con países que no integren el Mercosur. En abril de este año, Uruguay adelantó su disposición a respaldar una baja de aranceles aún más ambiciosa de la propuesta en octubre.
Nuestro país elabora un informe de impacto por un posible acuerdo comercial con China, principal destino de las exportaciones nacionales.
En octubre, el presidente Luis Lacalle Pou reclamó que la discusión a favor de reducir el arancel externo común un diez por ciento esté unido a la posibilidad de negociar con terceros países. Una fuente consultada por El Observado dijo que, tras el fracaso de la propuesta uruguaya para avanzar a la vez en varios temas, la postura del gobierno ahora es concentrarse en las negociaciones bilaterales con terceros países.
“Uruguay se metió en un corral”, aseguró el diputado frenteamplista y presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales. “Si es una estrategia, ha sido bastante poco eficiente”, criticó el diputado tras la consulta de La Diaria, el 5 de noviembre.
Para ese mismo artículo, el profesor de comercio internacional de la Facultad de Ciencias Sociales, Marcel Vaillant, consideró que la disminución solicitada de aranceles es “simbólica y política, sin ningún significado económico”. “La peor situación sería estar tenso con Brasil y que afecte la relación con China”, puntualizó.
Para M24, el analista Álvaro Padrón expresó el 17 de julio en su columna en El Menú del Día: “¿alguien cree que Uruguay le define la política exterior a Brasil? ¿Alguien lo puede creer en serio? Entonces Brasil nos está usando, y el gobierno se está dejando usar, para un elemento que tiene que ver con la ecuación interna de Brasil: Bolsonaro está en una crisis política enorme y su prioridad absoluta fue cubrirse, apoyarse, en su aliado, que es el agro-negocio”.
Y agregó: “La industria brasilera está viéndose altamente perjudicada y entonces reaccionan la industria brasilera; la industria argentina, que depende mucho de la brasilera; y la industria uruguaya, que depende absolutamente de la argentina y la brasilera porque nosotros, en el Mercosur y en toda América del Sur, no les exportamos nada con valor agregado a China, ni a Europa, ni a Estados Unidos ni a Japón, solo nos compran materias primas”.
