En nuestro país “estamos volviendo con esta ofensiva que hay en general” contra los trabajadores y que se registra “en el Parlamento también con el tema de la personería jurídica y con la ultra-actividad de los convenios, al principio del siglo 20 en las relaciones laborales”, advirtió el dirigente Alejandro Acosta, de la Unión Autónoma del Gas, en INFO 24.
Con foco en el conflicto obrero-patronal que tiene lugar en el rubro del supergás, Acosta puntualizó que “acá no es ´lo que hizo el Frente Amplio´ (FA)” ya que “el FA (sólo) avanzó más; acá es que -porque los Consejos de Salarios y todo eso no se crearon con el FA- estamos pre-batllistas; y es este mismo gobierno herrerista, o sea dirigido por el Herrerismo como centro de la coalición, que históricamente se opuso a este tipo de avances”.
Recordó que “los empresarios nunca van a querer que haya organización sindical y que en su momento incluso cuando se votó la Ley de 8 Horas -que parece hoy como normal- decían que las empresas iban a quebrar”.
De hecho, y tal como todavía sucede hoy en nuestro país en algunos rubros, “tenían niños trabajando; por ejemplo en la industria del vidrio, que siempre se pone como ejemplo, en esos años (había) niños de 14 años trabajando 16 horas en harapos; ¿queremos volver a esa realidad?, ¿eso es lo que este gobierno quiere?, ¿que los trabajadores sean más una mercancía -en general lo somos para las empresas- y que no nos podamos defender?”.
El sindicalista reclamó que en el conflicto del supergás “la intervención de Ancap, que dijo claramente ´algo tenemos que hacer´, y la intervención del Ministerio de Industria, que dijo claramente ´algo tenemos que hacer, por lo tanto no se van a ver afectados los puestos de trabajo´, tiene que darse”.
Subrayó que “no estamos hablando de empresas (Acodike y Riogas) que están cerrando, no estamos hablando de que quedaron fuera del mercado, de que no hay trabajo, no estamos hablando de que ahora se viene la zafra y va a haber más trabajo aún; de lo que estamos hablando es de esto que decía: volver a condiciones que existían antes del 2005 en el sector, donde era ir a pararte en la puerta a ver qué changa había para el día”, rememoró.
Ese tipo de dinámicas en los mercados de trabajo “obviamente que les sirve a las empresas porque es la desregulación total; ahora, los seres humanos que vivimos de nuestro trabajo no podemos estar sometidos a eso”, apuntó.
En ese sentido, el sindicalista del Gas explicó que desde ámbitos tanto patronales como partidarios y mediáticos “se ha construido el relato del ´poder de los sindicatos´ y de que hay que sacar ese ´poder´ porque la ´libertad de trabajo´ -que es falsa, porque la libertad de trabajo depende de quién te contrata- y la ´libertad de las empresas´ estaba afectado por eso, y que ´la balanza se había inclinado mucho para el lado de los sindicatos´”.
“Ese relato que se construyó es lo que ambienta esta ofensiva, (…) porque esto es una ofensiva general que en este caso tiene, en este sector, una movida particular, pero hay que entenderlo como una gran ofensiva”.
El entrevistado trazó una línea de acción para los trabajadores: “hay que entender también, autocríticamente, que lo que no se logró en 15 años de un gobierno de cambios, debemos, de futuro, pelear para que se promueva nuevamente que el trabajador no quede sometido a la voluntad del capital”.